Una alimentación saludable para los niños

Una alimentación saludable debe ser variada e incluir todos los tipos de alimentos

Una alimentación saludable para los niños

Los padres o adultos a cargo, son los encargados de que el niño reciba una alimentación saludable y balanceada. Es decir que incluya todos los nutrientes necesarios (vitaminas, minerales, grasas, proteínas, carbohidratos) para crecer y desarrollarse sanamente. Sin embargo, a medida que el niño crece y comienza a conocer nuevos sabores, comienzan las luchas por la comida y los intereses de los niños y sus padres no siempre van en la misma dirección.

Inculcar hábitos alimenticios buenos y saludables

  • Los niños deben hacer 4 comidas (desayuno, almuerzo, merienda y cena) y unas dos colaciones diarias que sean alejadas de las comidas principales y en lo posible opciones lo más nutritivas posible (fruta, yogurt, queso)
  • Los horarios y las rutinas de la comida deben ser regulares, es decir más o menos todos los días a la misma hora. De este modo se van creando hábitos saludables alrededor de la alimentación
  • Desde que el niño comienza a comer, aproximadamente, a los 6 meses incorporarlo a la mesa familiar y tratar siempre que sea posible comer todos juntos, enseñando así a los pequeños a disfrutar de la comida y a compartir esos momentos
  • Servir porciones pequeñas para los niños más chicos de la familia, de modo que coman todo lo que se les sirve y si lo desean pidan más
  • Ofrecerles nuevas propuestas alimenticias de modo que vayan incorporando a su dieta nuevos sabores, pero hacerlo con una presentación atractiva, colorida, divertida. A todos la comida primero nos entra por los ojos, más aún a los niños
  • Los niños algunos días comen más y otros menos, no obligarlos a comer si no lo desean, su organismo es sabio. Si este comportamiento alimenticio durara demasiado, será preciso consultar al pediatra

Ofrecer un buen desayuno

El desayuno es la comida más importante del día, constituye, aproximadamente, 1/4 de los requerimientos nutricionales de los niños. Sin embargo, la realidad demuestra que muy pocas personas dedican un tiempo prudencial a desayunar correctamente, la mayoría bebe una taza de leche o café, sin ningún tipo de acompañamiento. Este hábito de los adultos se traspasa a los más pequeños de la familia, ya que por los apuros, las obligaciones, el trabajo, no se cuenta con el tiempo suficiente como para sentarse tranquilamente a tomar un desayuno completo.

La consecuencia de que los niños no reciban un buen desayuno, es que a lo largo de la mañana carecen de la suficiente energía para enfrentar el trabajo físico e intelectual que se les exige. Además lleva a que los niños sientan la necesidad, a media mañana, de recibir un aporte de energía y la satisfagan consumiendo alimentos poco nutritivos, de alto contenido calórico y graso, como ser dulces, snacks, etc., los que favorecen el sobrepeso y la obesidad en la niñez.

Un desayuno completo para un niño debería incluir:

  • Lácteos: Leche, yogurt, cremas, quesos
  • Fruta o jugo de fruta
  • Cereales: pan, galletitas, tostadas, copos de maíz
  • Grasas: manteca o margarina
  • Mermeladas, dulces, etc.

Un desayuno que contenga al menos 3 de estos alimentos, (por ejemplo: yogurt, jugo de fruta y tostadas) aportará al niño la energía suficiente para afrontar debidamente las actividades matutinas.

¿Qué hábitos alimentarios son negativos?

  • Tener una dieta poco variada
  • No consumir ciertos grupos de alimentos como por ejemplo: verduras
  • Consumir demasiados alimentos poco nutritivos, como ser: snacks, gaseosas, dulces, golosinas, etc.
  • Obligar a un niño a terminar su plato de comida aunque manifieste sentirse satisfecho y no querer más

Algunas de las causas de los malos hábitos alimenticios:

  • La oferta de alimentos: si al niño se le da a elegir entre un alimento poco nutritivo como un dulce y uno nutritivo como una fruta, es muy probable que escoja el primero. Es tarea de los padres la clase de alimentos que tienen en sus hogares a disposición de los niños. Se puede dar un postre no tan nutritivo luego que el niño haya terminado con su comida, pero sólo una porción y algún día a la semana. Al igual que las bebidas azucaradas
  • Los malos ejemplos: los padres son ejemplos para sus hijos, ellos crecerán viendo las conductas de sus padres e intentarán imitarlas. Si ellos comen muy deprisa, parados, si se levantan varias veces de la mesa, si se distraen viendo la televisión mientras comen, si picotean todo el día, no podrán pretender que sus hijos tengan hábitos alimenticios buenos y saludables