El control de la ansiedad a través de la dieta

El control de la ansiedad a traves de la dieta

En este momento histórico por el que transitamos y con la búsqueda constante de ¿bienestar?, ¿plenitud?, ¿felicidad?... paz, la búsqueda constante de paz, a través de la cual nos formamos como seres humanos e intentamos dar un paso más en la evolución.

Nos preocupamos simétricamente del equilibrio del triángulo cuerpo–mente–espíritu.

Sabemos fehacientemente que, únicamente a través de nuestra actitud, de lograr que el ser que vive dentro de nosotros deje a un lado del camino nuestros demonios, temores, inseguridades y frustraciones, condiciona la forma en la que se resuelvan las diferentes situaciones a las que la vida nos vaya exponiendo.

Hemos leído y comprobado empíricamente, cómo las situaciones relacionadas con la salud y el equilibrio mental, la canalización positiva de nuestras emociones y la forma en la que seamos capaces de transitar un momento espinoso del camino, son claros detonantes de nuestra salud física.

El estrés y la ansiedad tienen su origen en el cerebro y extienden sus tentáculos hacia nuestro organismo, exponiendo nuestro sistema inmunológico y, por lo tanto, nuestra salud en general, a situaciones en las que nos volvemos vulnerables. La naturaleza, siempre es el mejor recurso para la salud.

Pero es evidente que, para transitar por un camino tortuoso, se necesitan pequeños puntos de luz, apoyos que nos sirvan como reconstituyentes y, la alimentación es uno de esos puntos de apoyo. Una dieta anti-ansiedad será una aliada de nuestro sistema nervioso y nuestra química cerebral:

Conviene tener presente que, al igual que las personas necesitan en ocasiones suplementos vitamínicos para fortalecer sus defensas, la mente necesita aportes para volver a equilibrar sus químicos y el sistema nervioso necesita alimentos que reduzcan los niveles de tensión.

Una dieta para la ansiedad

La costumbre ha demostrado que en situaciones de tensión y ansiedad, uno de los primeros instintos que se potencian es la sensación de hambre. Uno de los ejemplos más claros de esta situación es el aumento de peso experimentado por las personas que dejan de fumar.

La comida alivia la tensión y es por esto que se debe buscar el equilibrio entre los alimentos que ingerimos, la frecuencia con la que lo hacemos y el efecto de éstos sobre nuestro organismo, cuando estamos viviendo una situación de estrés y ansiedad.

Consideraciones en la dieta

  • Hidratos de Carbono: Tranquilizantes. Su rápida transformación en azúcar y por lo tanto en energía produce un efecto equilibrante de la serotonina y ejecuta la relajación cerebral. Frutas, alimentos, pastas, arroz, son de consumo recomendado
  • Triptófano: Tranquilizante. Su incidencia sobre la serotonina aporta el equilibrio cerebral responsable de la relajación del sistema nervioso. Los lácteos y las aves de corral – a excepción del pollo- contienen buenas dosis de Triptófano
  • El Triptófano es un aminoácido esencial -no puede ser sintetizado en el organismo humano. Sólo se asimila consumiéndolo como tal y su importancia para el control de la ansiedad radica en que este aminoácido es un precursor químico de la serotonina (neurotransmisor cuya deficiencia se relaciona directamente con la depresión). Y, a su vez, la depresión y ansiedad son dos condiciones bastante relacionadas

  • Infusiones: Efecto tranquilizante sobre el sistema nervioso central. El tilo, la valeriana, el kava, el hipérico, son hierbas que tienen diferentes efectos suaves y naturales sobre el SNC y pueden resultar de utilidad
  • Agua: Purificante y energética. La recuperación de los líquidos perdidos durante el día, produce un efecto energizante de nuestro organismo

Reparto de las comidas diarias

Como norma general, las personas que están atravesando un momento de tensión o ansiedad, necesitan que su organismo se mantenga en los niveles óptimos de azúcar en sangre. Aún si no se padece de una diabetes asociada, la elevación puntual de los niveles de azúcar en sangre, provoca un debilitamiento del sistema nervioso y una alteración de la química cerebral asociadas, por lo que el reparto de los alimentos se debe realizar buscando el mantenimiento de los niveles de azúcar sin grandes cambios.

Conclusiones

Adicionalmente a la dieta seguida, es fundamental realizar un trabajo interno de ejercicios destinados a un cambio de actitud. De igual forma que cuando iniciamos una dieta para perder peso es imprescindible acompañar la dieta de acondicionamiento, tonificación y ejercicio físico, la dieta anti ansiedad funciona, siempre que usted ponga a trabajar a su mente y a su espíritu en pos de lograr un cambio de actitud frente al problema y la canalización de la energía que está desperdiciando estando en una situación de ansiedad permanente que podría canalizar hacia la obtención de una salida.