Cómo impedir que los niños muerdan

Que los niños muerdan es común entre el año y los tres años, pero es necesario demostrarle que ese comportamiento está mal para evitar que se prolongue o se haga hábito.

Cómo impedir que los niños muerdan

Morder es una forma que tiene el niño de hacer manifiesta su frustración. Por ello, al enfadarse con otro niño en la plaza o en la escuela, lo muerde, exteriorizando así su enojo.

Generalmente en casi todos los niños morder es una etapa que se manifiesta entre el primer año y los tres años de edad, tiene el un significado equivalente a pegar y desaparece al ser desalentado dicho comportamiento por padres, educadores y entorno.

El origen de la mordida puede ser:

  • Hambre
  • Cansancio
  • Aburrimiento
  • Una manifestación de cariño
  • Para experimentar con sus sentidos, explorar el mundo que los rodea: Los niños más pequeños conocen su entorno a través de su boca y morder es parte de ello
  • Por un impulso a causa de la aparición de los primeros dientes: Esto causa mucho dolor en las encías del bebé y muerden para intentar aliviar su dolor
  • Para llamar la atención: En algunos casos, sobre todo, en niños más grandes, el morder puede ser para buscar la atención de sus padres o adultos
  • En busca de una reacción: Esto forma parte de la exploración infantil, realizar una acción y ver cuál es la reacción que esta provoca. Muerden a otro niños para ver como reacciona sin ser concientes del dolor que causa su mordida
  • Frustración: En aquellos niños pequeños que aún no pueden expresar su frustración por medio de las palabras, la mordida al igual que el golpe es el medio que tienen para hacerlo. Para manifestar su enojo con otro niño porque no le presta un juguete, etc.

Algunas recomendaciones para que el niño deje de morder:

En lugar de lamentarse porque el niño mordió a otro niño, es preferible tomar algunas medidas que prevengan ese impulso.

  • Si al bebé le están saliendo sus primeros dientes, colocar un anillo frío en su boca para que lo muerda puede aliviarlo y evitar que muerda a otra persona
  • Evitar exponer al niño a determinadas situaciones si está irritable porque tiene hambre, sueño, etc. No llevarlo al parque o a jugar con amigos si está molesto porque puede estar propenso a morder
  • Prestarle suficiente atención al niño para evitar que en busca de llamar su atención muerda
  • Cuando muerda a alguien reprenderlo explicándole que lo que hizo está mal, que duele y retirarlo por un rato de la situación para que se refresque
  • Jamás morder al niño para demostrarle lo doloroso que es, ya que podría entender esto como que su comportamiento es aceptado
  • Cuando el niño aprenda a hablar y se exprese con claridad enseñarle a decir con palabras lo que le molesta en vez de hacerlo mordiendo
  • Para no confundir al niño y darle mensajes contradictorios, no permitir que muerda en ninguna circunstancia, contexto y bajo ningún concepto, ni siquiera jugando o cariñosamente

Cuando los padres no logran que el niño deje de morder, este comportamiento podría interferir en su relacionamiento con otros niños en la escuela y en otros ámbitos. Si se convierte en un hábito o se prolonga más allá de los 4 o 5 años de edad podría tratarse de un problema emocional serio y será necesario consultar al pediatra para ver si requiere la intervención de un psicólogo u otro especialista.