5 cosas que aman hacer las mujeres

Cosas que aman hacer las mujeres

No por discriminar o ser sexistas, pero hay generalidades que son bastante ciertas y funcionan de tal forma en la realidad, por ejemplo: ir a la cancha, juntarse a ver un partido, hacer la barbacoa, jugar a los videojuegos, ir al bar, son algo así como cosas de hombres; en cambio, comprar flores, cocinar, ir a la peluquería, arreglar el jardín de la casa, son cosas más de mujeres. No porque el sexo lo determine, pero está muy bien que cada persona tenga sus tareas favoritas y las realice cuánto más pueda.

Se dice que las mujeres aman hacer determinadas cosas, cualquier semejanza con la realidad, es pura coincidencia.

¿Por qué las mujeres aman hacer esto?

1. Salir de compras

Bendito el día en que se crearon los shoppings, para que las mujeres puedan pasar horas y horas dentro de ellos, absorbiendo una vidriera tras otra y llenando los ojos de infinidad de vestidos, colores, brillos y zapatos, para luego convertirlos en las prendas recién compradas, que yacen dentro de una linda bolsa, fuertemente agarrada por sus manos. ¿Por qué aman salir de compras?

Puede haber muchos motivos que hacen que una mujer adore las compras, algunos de ellos: Porque son coquetas, para compartir con sus amigas dicha salida, para que su esposo les regale algo bonito, para tener algo nuevo que usar, para cambiar de look, para comprar regalos para un ser amado, para sentir que están a la moda y quizás, por muchas razones más.

2. Ir a la peluquería

Las peluquerías y los centros de belleza, son lugares atestados de mujeres, algo así como un paraíso rodeado de peines, tijeras, espejos, sillas, shampoos y tinturas. Las mujeres adoran ir a la peluquería, en principio, para mantener bien su cabello, llevar un lindo corte y verse hermosas, sin embargo, hay otra razón igual de fuerte que las empuja a entrar: es un momento dedicado sólo para ellas, donde pueden hablar con otras mujeres de lo que sea.

Es una especie de terapia estética; no sólo salen de allí bonitas, sino también más relajadas, por haber hablado de sus problemas y por haber escuchado al resto, que también tenía lo suyo para contar.

3. Recibir flores o bombones

Por más que a una mujer le cueste reconocerlo, necesita siempre sentirse amada y que le presten atención. Valga la aclaración de que no es un sentimiento exclusivo de una mujer, todos los seres humanos sobre la tierra aman y necesitan ser amados.

Sin embargo, recibir bombones o flores, de parte de un amante, novio o marido, aunque parezca cursi o repetido, hace que una mujer se sienta halagada. ¿Por qué bombones o flores? Quizás porque el chocolate es de las cosas más ricas y dulces que existen o porque las flores son perfumadas, frescas y coloridas; o tal vez porque se trata de una convención social y se intenta seguir respetándola.

4. Casarse

El deseo de casarse quizás se emparenta con la necesidad de sentirse amado, seguro, cuidado, a salvo, protegido, acompañado.

En la antigüedad, era una especie de ley suprema, casarse, mudarse y tener hijos. Tal vez algo de eso sobrevive. Sin embargo, en la actualidad, la mayoría de las parejas se casan porque así lo desean, ya no es una obligación, es una libre elección. ¿Por qué las mujeres sueñan con casarse? Puede ser porque la mayoría lo hace, porque para tener hijos necesitan estar casadas, para hacer una gran fiesta, para verse con un vestido blanco, para cumplir el sueño de sus padres, porque lo desean de veras y por muchas razones más.

5. Tener hijos

El hecho de tener hijos pasa por una necesidad biológica, aquí no importa la moda ni lo que digan los demás. Llevar a un hijo dentro del vientre, es una magia que nunca se olvida, nunca se pierde. Sólo una madre lo puede entender. No debe haber mejor rol para una mujer, que el de madre, por más que sea una excelente profesional, estudiante o lo que sea; dar vida a alguien, verlo salir de su vientre, alimentarlo, cuidarlo y verlo crecer, no tiene palabras.

Son apenas, tendencias, generalizaciones y, como tales, lejos están de comprender la realidad de todas.