¿Depresión postparto o tristeza puerperal?

"La depresión postparto es más común de lo que uno podría pensar"

Depresion postparto

El análisis de la concepción, el embarazo y también el tiempo que media entre el parto y el período de lactancia comúnmente son analizados y vistos desde una perspectiva científica o meramente funcional, pero lejos de ser identificadas todas estas etapas como períodos de transición por los que pasa una mujer, hay que hacer un alto y observar el otro lado de la moneda, es decir la increíble carga psicológica por la que suele pasar una mujer en el momento en que se convierte en una madre. La depresión postparto es más común de lo que uno podría pensar.

La depresión postparto es más común de lo que uno podría pensar, y ello conforme la mujer perdió de una u otra manera su condición de libertad y la posibilidad de hacer lo que ella quería cuando quería, y es por este motivo que una vez realizado el proceso de parto y sufridos todos los dolores propios, la introspección que realiza y los cambios físicos a los cuales se ha visto enfrentada le puede provocar un rechazo a la situación en sí.

Es frecuente una forma mucho más leve conocida como tristeza puerperal que al cabo de una semana se retira y es muy frecuente sin llegar a implicar mayores complicaciones.

Pero la llamada depresión post parto es mucho más severa y puede considerarse como tal hasta 6 meses después del parto.

Se trata de un cuadro que la mujer no lo puede evitar y que realmente afecta su calidad de vida y la calidad de vida de quienes la rodean. Los síntomas de la depresión post parto son los mismos que los de cualquier depresión y se trata de una patología psicológica generada en un estado de ansiedad no resuelto, más frecuente, además, en los estratos sociales de bajos recursos y en mujeres que han emigrado o han pasado por períodos traumáticos. Considerando otros factores, esta forma de depresión que hace sentir mal a la madre, inútil, sin futuro y con una visión "negra" del futuro, es más frecuente en mujeres que ya han tenido hijos, en el segundo o tercer parto.

Contrariamente a esto último, el embarazo adolescente es una condición muy determinante para que la madre genere este tipo de depresión así como también incide los antecedentes familiares y el haber tenido un embarazo problemático.

Una de las condicionantes para las formas leves y directas de tristeza post natal es el cambio hormonal que, sabido es, provoca cambios de humor en las personas.

Pero la llamada depresión post parto es una enfermedad y no debe subestimarse, es necesario consultar un especialista por más leve o irracional que parezca.

Por eso, tener cuidado con ciertos detalles a factores que ciertamente podrían transformar una disconformidad general, con ciertas actitudes y reacciones que podrían enmascarar un sentimiento de culpabilidad que la hace sentir frustrada de no poder llevar una vida normal, de no tener la libertad que tanto desea, un amplio desinterés por aprender y conocer a este nuevo hijo pues es sinónimo de esclavitud o preocupación, y finalmente una ansiedad o pánico puede entender racionalmente ya nada volverá a ser lo mismo que antes.

De esta forma entre una pequeña depresión o cambio anímico de la nueva madre a vivir una verdadera psicosis puerperal respecto de la nueva condición que ha adquirido con el nacimiento de su hijo, hay un gran abismo y por eso resulta muchas veces necesario identificar los elementos que diferencia la una y otra opción en el postparto, para así hacerse asesorar por un especialista que sea capaz de enfrentar en la mujer la dualidad entre lo que era antes y en lo que se ha convertido ahora, pues en la gran mayoría de los casos la mujer asume sus nuevas emociones y sentimientos y entiende que ha cambiado de forma positiva por la llegada de un nuevo ser que es parte esencial de lo que ella misma representa.