Los niños a terapia

A través del juego los niños exteriorizan su mundo interior y resuelven los conflictos que los invaden

Niños a terapia
Foto cortesía de hugoherci

Muchos niños tienen conflictos internos, fobias, miedos, traumas, etc. que no pueden manejar ni resolver solos, ni con la ayuda de sus padres, por lo que requieren la atención de un profesional, de un psicólogo y de una terapia.

¿Cómo se hace el diagnóstico en los niños?

La modalidad de diagnóstico consiste en:

  • Una primera sesión con los padres
  • En ella los padres explican el motivo de la consulta, hablan acerca del niño, sobre los aspectos personales y sociales (escolares, familiares, amistades, etc.). El psicólogo hace muchas preguntas acerca del pasado, llegando incluso a preguntar como transcurrió el embarazo y el parto, como fue el crecimiento y desarrollo del niño, con el fin de obtener información para trabajar con éste en las futuras sesiones. Todos estos datos son muy importantes, porque pueden estar relacionados con la aparición del problema del niño y ayudan a comprenderlo para ayudarlo a solucionarlo.

  • Una serie de sesiones de diagnóstico con el niño
  • Luego de esa consulta inicial el psicólogo acuerda con los padres una serie de encuentros con el niño. En estas por medio de juegos, test, preguntas, y diversas técnicas, el profesional realiza un diagnóstico. La cantidad de sesiones necesarias para realizarlo dependerán del caso, hay niños que se abren y expresan sus emociones y sentimientos con más facilidad que otros.

  • Un diagnóstico
  • Una vez que las sesiones de diagnóstico han dado su fruto y el psicólogo tiene uno, acuerda una entrevista con los padres y se los transmite. Luego les propone un plan de trabajo con el niño, una terapia, si es que fuera necesario, especificando la cantidad de sesiones semanales, la duración de las mismas, la forma de trabajo, etc.

¿Cómo trabaja el psicólogo con los niños?

Básicamente a través del juego. Los niños comunican sus emociones, sentimientos, su mundo interior por medio del juego, del dibujo, por ejemplo. El juego es el lenguaje que prima en los niños y cuyos significados son interpretados por el psicólogo. Por ejemplo, un niño que se siente mal internamente, que siente que las cosas no le salen bien, al realizar un dibujo inmediatamente lo tacha enojado porque no le salió como él quería, esto está demostrando algo, acá está transmitiendo algo muy importante que el profesional tendrá que trabajar para averiguar que es lo que anda mal.

La terapia del juego

La terapia del juego se origina en la escuela humanista, fue utilizada por Hug – Hellmuth en 1919 y luego por Melanie Klein quien sustituyó la comunicación verbal por el juego como modo de comunicación con los niños. El centro es el niño y lo que él quiera exteriorizar a través del juego en la terapia. Por supuesto que la familia juega un rol muy importante y el vínculo con ella se mantiene de manera permanente, así como el compromiso de ella para con la terapia.

En qué consiste la terapia del juego?

Los niños se comunican a través del juego y este tipo de terapia intenta hallar cuales son los mecanismos, para utilizarlos en favor del tratamiento, que el niño libere, exteriorice sus conflictos y así pueda controlarlos y resolverlos.

En los primeros encuentros el psicólogo deja en libertad de acción al niño con respecto al juego sin marcar grandes pautas. A medida que avanza la terapia, estructura los juegos y marca pautas teniendo en cuenta la edad del niño y los requerimientos del caso.

En este tipo de terapia se practica en una habitación de juegos en la que hay desde bloques, muñecos, hojas, marcadores, etc. que el niño va a utilizar y a través de ellos exteriorizar sus sentimientos, angustias y emociones internas. A través de la observación de como el niño se desenvuelve e intercalando algunas preguntas o promoviendo algunos juegos, el psicólogo analiza los comportamientos del niño lo que le ayuda a comprender su problemática. A partir de que el niño demuestra una mejoría en los conflictos que originaron la consulta, el psicólogo propone un seguimiento del caso. Se realizan sesiones más esporádicas en las que se evalúa la evolución y si se mantienen en el tiempo las mejorías obtenidas.