Consejos para educar y controlar a niños difíciles

Consejos para educar y controlar a niños difíciles

Hay que reconocerlo: hay niños que son difíciles, tal vez por su personalidad, por el modo en que fueron criados, o por el entorno en el cual les tocó vivir. La cuestión es que son difíciles y vale la pena intentar encontrar la forma adecuada de educarlos, tratarlos y controlarlos para que ninguna situación se vaya de las manos.
Presta atención a los siguientes consejos:

Mantener una rutina

La psicóloga Linda Budd comenta que tener un plan minimiza las luchas de poder. Hacer que el niño cumpla una rutina sencilla como lavarse los dientes y luego vestirse, ayuda a que el día se desarrolle más tranquilamente.

Hacer carteles o bosquejos de la jornada

Hacer una especie de bosquejo de la jornada ayuda a darle un respaldo a las palabras. Este puede realizarse con fotografías, dibujos y letras grandes. Así, por ejemplo, cuando el niño dice que no quiere ir a la cama, se le puede mostrar el bosquejo y explicarle que allí dice que ya es momento de ir a la cama.

Tener snacks saludables siempre cerca

Los niños inquietos necesitan mantenerse bien alimentados (también el resto de los niños). Por esto se recomienda darle al pequeño seis comidas diarias y tener siempre a mano algún snack que le guste para tranquilizarlo o distraerlo en medio de alguna rabieta.

Dar prioridad al descanso

Los niños enérgicos necesitan descansar, por esto se recomienda dejarlos dormir un poco más en la mañana y hacer todo lo posible para que descansen bien.

Pedir ayuda al niño en las tareas de la casa

Hacer que el niño colabore en la casa es una buena excusa para tenerlo ocupado y alejar de su mente la posibilidad de idear travesuras. Se recomienda que la tarea que se le solicite sea adecuada para su edad.

Dar feedback positivo

Es importante remarcar lo que el niño hace bien y hacerlo sentir útil, por ejemplo, diciéndole que su ayuda ha sido muy buena.

Enseñar acerca de las consecuencias

En lugar de gritarle al niño sin fin, se recomienda explicarle que su comportamiento trae consecuencias malas. Los niños son lo suficientemente inteligentes como para comprender esto.

Saber cuando retirarse

Aunque a algunos padres les resulte difícil de poner en práctica, cuando el niño hace un berrinche, no hay nada mejor que decirles: "Cuando hayas terminado, puedes venir conmigo". De ese modo el niño entenderá que debe calmarse para que su madre le preste atención.

Tomar un descanso

No hay nada de malo en asumir que la crianza de los niños es agotadora, más aún, cuando se trata de un niño sumamente enérgico. Por este motivo, se recomienda a los padres descansar cuando puedan hacerlo, por ejemplo, cuando el niño duerma o cuando esté coloreando un libro en su cuarto.