Tener dos hijos consecutivos aumenta el riesgo de autismo

Tener dos niños con una diferencia de menos de un año, triplica el riesgo de desarrollar autismo para el último

Tener dos hijos consecutivos aumenta el riesgo de autismo

Luego de un embarazo y un parto, el cuerpo de la flamante madre requiere de un determinado tiempo para recuperarse totalmente. En general, los médicos aconsejan esperar uno o dos años para concebir nuevamente, para evitar ciertos riesgos como ser los partos prematuros o los bebés con bajo peso al nacer.

Y según un estudio realizado en Estados Unidos, publicado recientemente en la revista Pediatrics, cuanto menor sea la diferencia de edad entre dos hermanos, mayor será el riesgo de que el último desarrolle autismo. Un trastorno del desarrollo psíquico, que padecen, aproximadamente, 1 de cada 100 niños.

Para este estudio, la autora del mismo Keely Cheslack-Postava, una becaria de investigación post-doctoral en la Universidad de Columbia en Nueva York, junto con su equipo, examinó los registros de datos de los nacimientos de segundos hijos, que tuvieron lugar en California entre 1992 y 2002. Analizando, aproximadamente, la información de unos 660 mil niños nacidos consecutivamente a un hermano mayor y confirmando los diagnósticos de Trastornos del Espectro Autista (TEA), con los registros del Departamento de Servicios de Desarrollo.

Hallaron que los niños concebidos antes del año de haber tenido un hermano, presentaban 3 veces más riesgo de autismo; aquellos concebidos antes de los 2 años, 2 veces más posibilidades y cuanto más se alejaba uno de otro, más disminuía el riesgo. Un bebé concebido con una diferencia de entre 24 o 36 meses con un hermano anterior, presentaba un 26% más de riesgo, que uno a partir de los 36.

Los investigadores comprobaron que esto sucedía no sólo con los segundos hijos, sino también con los terceros y en todos los casos en que los embarazos fueran muy seguidos.

Posibles causas

Las causas exactas de por qué la proximidad de embarazos incrementa el riesgo de autismo en el último hijo, no está del todo clara. Pero Keely Cheslack-Postava y su equipo presumen que pueda deberse a que el cuerpo de la mujer no ha tenido el suficiente tiempo para recuperarse del todo luego del embarazo y el parto anterior. Por lo cual, podría haber carencias de hierro y ácido fólico, dos nutrientes cítricos muy importantes durante la gestación.

Otra explicación posible, es que al haber tan poca diferencia de edad entre uno y otro hijo, la madre está más al tanto del desarrollo esperable para la edad, ya que tiene patrón comparativo; por lo cual ante cualquier duda consulta de inmediato, lo que tal vez no suceda en los otros casos.

Los resultados obtenidos de esta investigación son importantes por varias razones:

  1. Es una evidencia más de que el autismo es un trastorno multifactorial, que combina factores genéticos y ambientales
  2. La distancia entre un embarazo y otro, si bien puede ser un factor de riesgo para el autismo, es prevenible, modificable y controlable
  3. Dada la tendencia existente, según la cual entre 1995 y 2002 el porcentaje de nacimientos en los 24 meses posteriores a un nacimiento anterior, se incremento de un 11% a un 18%. Lo cual se explicaría por la postergación de la maternidad por diferentes causas, con el consecuente posterior apuro del reloj biológico que disminuye la fertilidad, que obligaría a tener dos embarazos muy seguidos