Acido Fólico ¿Realmente es tan necesario?

Acido Folico

El ácido fólico se prescribe a las madres embarazadas durante el primer trimestre, se recomienda la suplementación con este ácido, conjuntamente, con hierro. El ácido fólico se consume para prevenir los defectos en el tubo neural del feto. Según el consenso médico actual, muchos defectos pueden prevenirse, pero: ¿Es tan verdadero? ¿No tiene efectos colaterales su consumo?

Esta vitamina es parte de las del grupo B y existen riesgos asociados a un posible consumo excesivo de la misma durante el período del embarazo.

La prescripción en el primer trimestre tiene por finalidad prevenir los defectos del tubo neural en el bebé, así como también intenta asegurar con su consumo, el desarrollo del feto en plenitud. Conforme lo que hemos señalado precedentemente, todas las cartas parecerían indicar que con el sólo hecho de consumir ácido fólico se encuentra completamente garantizado el bienestar del bebé y de la madre, pero la realidad difiere bastante de la ficción y nos muestra que se requiere una dieta balanceada además de alejarse de la ingestión de tóxicos.

Con todo, el desarrollo del cerebro y de la médula espinal parte desde el tubo neural, precisamente aquel que pretende proteger el consumo de ácido fólico, por esta razón uno de los problemas más comunes de malformaciones en los recién nacidos donde una carencia de esta vitamina del grupo B, es la espina bífida y la llamada anencefalia, dos malformaciones sumamente complejas que se vuelven simplemente irreversibles cuando ya han tenido lugar en el niño, siendo la principal causa de discapacidad infantil hasta la fecha.

Ahora bien, el apartado que no se maneja y no se conoce es que existe un efecto de enmascaramiento por parte del ácido fólico para con la vitamina B12, lo que provoca una anemia asociada a su deficiencia. Ello provoca problemas irreversibles en el sistema nervioso. A pesar de no existir una relación científica en cuanto a la toxicidad que puede presentar el consumo excesivo de ácido fólico, es preferible que las mujeres embarazadas utilizan el ácido fólico en una cantidad no superior a los 600 µg, ello pues un exceso como ya lo dijimos provocaría el efecto de enmascaramiento.

Se recomienda habitualmente que las mujeres que deseen quedar embarazadas comienzan a tomar de antemano ácido fólico, pues se considera un nutriente esencial para el buen desarrollo del niño en el vientre materno y además, ayuda en el estado de salud de la madre en toda la etapa de gestación y también fuera de ella.

Existe hoy en día una gran cantidad de estudios que señalan que el ácido fólico previene enfermedades diversas, a saber las malformaciones congénitas del bebé hasta en un 70%, así también enfermedades del feto, alteraciones cerebrales y también otras malformaciones como el labio leporino, además de evitar los partos prematuros.

Es importante saber que el ácido fólico es posible encontrarlo en alimentos naturales, los de origen vegetal como los de hoja verde (espinacas, lechugas, etcétera), en las frutas (paltas, naranjas, melón), legumbres (lentejas, porotos, habas) y como no en los famosos cereales, que incluyen vitaminas y minerales.

Si bien es cierto, también existen alimentos de origen animal que son ricos en ácido fólico pero sólo en bajas concentraciones. Estos son: El hígado de ternera, el de pollo, la leche y en todos los derivados de la misma. No obstante todo lo anterior, habitualmente las mujeres embarazadas utilizan el ácido fólico en comprimidos, por lo que para obtener los tan sólo se deberá acudir al médico para así recomendarle tomar el suplemento en cuestión y en la dosis que corresponda según el estado nutricional en el que se encuentre.

Importancia

Se sabe que entre los días 23 y 25 del período de gestación, durante el embarazo, tienen lugar las llamadas malformaciones congénitas, las que encuentran su origen en la mayoría de los casos por la carencia de ácido fólico y se evidencian en la práctica por defectos en el tubo neural. En la actualidad al menos 500.000 niños sufren de alguna malformación congénita producida por defectos en el cierre del tubo neural.

Los defectos en el tubo neural tienen variables multifactoriales para su concurrencia, aunque con el paso de 30 años de investigación científica al respecto, se ha descubierto que el consumo de ácido fólico permite prevenir éstos defectos, los que principalmente ocurren por factores genéticos y ambientales. La dosis de consumo recomendada de ácido fólico, durante el embarazo, es de 600 a 800 microgramos, siendo el doble para mujeres en estado normal.

El consumo de esta vitamina antes y durante el embarazo (tres primeros meses) ha demostrado una reducción de entre un 50% y un 70% de los riesgos antes mencionados o de nacimientos prematuros; también se recomienda el consumo diario para evitar la anemia en las mujeres, entre otras cosas.

Resulta de suma importancia cuidar al bebé durante el primer mes de embarazo, pues es allí donde tiene lugar la formación del cerebro y la médula espinal, y por ello es el momento de mayor riesgo para sufrir MC (malformaciones congénitas) en el feto.

¿Para qué sirve el ácido fólico?

Las ventajas conocidas actualmente del consumo regular de ácido fólico son:

  • Actúa, en conjunto con las enzimas, en la transferencia de grupos monocarbonados
  • Es fundamental en el proceso de sintetización de ADN y de ARN, con lo que se constituyen proteínas, tejidos, entre otros funcionamientos de las células
  • Es fundamental para la constitución de glóbulos rojos
  • Ayuda a la constitución neurológica fetal
  • Disminuye las enfermedades cardiovasculares
  • Estimula los ácidos digestivos
  • Ayuda al buen funcionamiento del sistema nervioso