Errores que no debes cometer en una cuarentena
Tener más tiempo libre no necesariamente quiere decir que hagamos lo que nos dé la gana, por el contrario, es una oportunidad de estructurar mejor nuestros tiempos.
Tener más tiempo libre no necesariamente quiere decir que hagamos lo que nos dé la gana, por el contrario, es una oportunidad de estructurar mejor nuestros tiempos.
Ya son varias semanas de cuarentena y, en el mejor de los casos, aún faltan dos semanas para estar encerrados en casa, razón por la que es fundamental mantenerse entretenida, tener una rutina de ejercicios y tratar de gestionar la ansiedad. En ese afán, hay ciertos errores que debes evitar cometer. Cuando supimos que tendríamos que vivir en cuarentena durante varias semanas, intentamos ver la situación desde una perspectiva buena, tratando de encontrar las ventajas que esta situación traería consigo.
Muchos lograron identificar algunas como: no tener horarios, trabajar en casa, no tener que madrugar seguido, no ir al gimnasio, permitirnos algún capricho de vez en cuando para que la rutina no sea tan asfixiante, etc. Pero justamente estos cambios de rutina que se presentan como puntos a favor durante una cuarentena, son errores que pueden convertir estos días en un auténtico desastre.
1No tener rutina ni horarios
Puede parecer que no tener rutina ni horarios sea sinónimo de libertad, pues ahora tenemos más tiempo para nosotros, para hacer todas esas cosas para las que nunca encontrábamos el tiempo adecuado, para leer o pasar tiempo en familia. En definitiva, libertad para decidir en cada momento qué es lo que nos apetece hacer.
Pero, aunque detestemos las rutinas, ellas son nuestras mejores aliadas en el día a día. Tener un plan diario al que ajustarnos y que nos sirva de guía es clave para no perder el tiempo en cosas inútiles, ser productivo y llevar a cabo esas tareas que, nos gusten o no, debemos hacer. Por tanto, no tener una rutina a la que aferrarnos durante la cuarentena, puede provocar que perdamos la noción del tiempo, olvidemos la importancia de las cosas que tenemos pendientes de hacer y perdamos un día tras otro simplemente echadas en la cama mirando el tiempo pasar.
En casos como este, lo recomendable es que trates de diseñar tu propia rutina diaria adaptada a tu casa. Puedes elaborar un plan semanal en el que apuntar las cosas que tienes que hacer y las que te gustaría realizar. Administrar el tiempo te servirá para que estos días sean más amenos y así sientas que pasan más rápido.
2Dejar de lado la dieta saludable
Es posible que, para intentar animarte durante estos días de encierro, pienses que la mejor idea es permitirte un sinfín de caprichos, muchos de ellos relacionados con tu dieta. Ahora que ya no comes en la oficina, puede que se complique la tarea de organizar el menú semanal y, por ello, es aún más difícil ajustarse a una dieta saludable. Pero esto resulta una pésima idea.
Durante los días de cuarentena, no nos movemos tanto como quisiéramos y, por lo tanto, no quemamos tantas calorías como si lleváramos una vida normal; por lo que dejar de lado la dieta saludable que solías llevar puede convertirse en el primer paso para llevar una vida sedentaria, descuidarte y mandar al tacho todos los esfuerzos que habías invertido en llevar un estilo de vida sana.
3Estar todo el día en pijama
Cambiarte de ropa y arreglarte mínimamente para estar en casa puede ser uno de los detalles que marque la diferencia, pues si estás todo el día en pijama, del sofá a la cama y de la cama al sofá, estos días se te harán inevitablemente eternos. Llegará un momento en que apenas sientas diferencia entre el día y la noche y las jornadas se harán tan largas que no sabrás diferenciar en qué día de la semana estás. Además de ello, verte en pijama a diario puede ser una enorme desmotivación ya que es necesario vernos presentables y arreglados de vez en cuando. Aprovecha las videollamadas con amigos y familia para arreglarte y compartir con ellos una charla.
4Levantarte a la hora que quieras
Tener la libertad de gestionar el tiempo a nuestra manera, no quiere decir que todo sean ventajas. El caos puede ser positivo, pero solo si es en pequeñas dosis. Levantarte a la hora que desees no solo es sinónimo de dormir más y estar descansada, también implica un desajuste de horarios, un desorden en las comidas y una peor optimización del tiempo.
Para que tus días no sean un desastre, lo más recomendable es que sigas levantándote a diario a la misma hora, preferiblemente a una hora prudente. De esta forma, tendrás toda la jornada por delante para trabajar o estudiar, cocinar, almorzar y cenar a una hora responsable y gestionar tu tiempo de manera que te dé tiempo a hacer todo lo que debes hacer.
5No desconectarte
Aunque estemos en casa, ahí afuera están ocurriendo cosas cada minuto. Y dado que ahora tenemos mucho tiempo libre, caemos en el error de tener puesto el canal de noticias a todas horas. Si no es la televisión, es la radio, y si no la radio, es el periódico. Aunque es necesario que nos mantengamos informados, el bombardeo constante de información no es positivo. Llegados cierto punto, esa cantidad enorme de datos y, en su mayoría, de malas noticias, pueden generar ansiedad y una preocupación excesiva que nos complique los días de cuarentena. En ese sentido, es recomendable que, aunque no dejes de consultar las novedades a diario, dejes un momento del día para desconectarte de tanta información.
Pero esta desconexión no solo tiene que ver con los medios de comunicación. Al estar 24 horas en casa, estamos tentados de estar online constantemente. Trabajamos conectados, estudiamos conectados, mantenemos el contacto con nuestros más allegados a través de internet y pasamos gran parte de nuestro tiempo viendo series y películas. El balance final es un enorme cúmulo de horas frente a una pantalla.
Del mismo modo que con las noticias, lo más aconsejable es que dediques unos minutos al día a desconectarte de la televisión, la tablet y el teléfono e inviertas ese tiempo en leer, hacer ejercicio, meditar, hacer yoga, escuchar música, cocinar o jugar algún juego de mesa con tu familia.