Hipocondría: El miedo está en tu cabeza

La asistencia médica y el apoyo familiar, pueden mejorar la calidad de vida de los hipocondríacos de manera formidable

Hipocondria

Las preocupaciones son algo cotidiano en la vida de todo ser humano, sin embargo, a veces los miedos pueden volverse demasiado intensos y llegar a entorpecer el transcurso normal de los días. Quizás por tener casos de enfermedad cerca, o porque los medios en vez de informar, suelen crear pánico respecto a las plagas y epidemias; es que nos preocupamos por las enfermedades, tal vez demasiado.

Un problema psicológico derivado de este miedo tan común, es la Hipocondría, la cual se manifiesta, según investigadores de la Universidad de Oviedo y Unidad de Salud Mental de Salnés: “Con marcado malestar emocional, afectación de la calidad de vida e interferencias en el funcionamiento diario”, y se define como el miedo constante respecto a la salud.

Una persona hipocondríaca, sin presencia de síntomas o con síntomas leves, está convencida de que sufre una grave enfermedad.

Causas

Las causas de la Hipocondría pueden ser muchas, sin embargo, esta patología suele desarrollarse en personas que sufrieron alguna enfermedad de pequeños o que tienen antecedentes de enfermedades en su familia.

La Hipocondría puede aparecer tanto en hombres como en mujeres y por lo general, a partir de los 25 años.

Síntomas

La Hipocondría es una especie de trastorno obsesivo-compulsivo, que según la Asociación Americana de Psiquiatría, presenta algunos de los siguientes síntomas, que tienen una duración aproximada de 6 meses:

  • Miedo constante a tener una enfermedad grave
  • Exámenes médicos con buenos resultados que no tranquilizan
  • Depresión, pánico, ansiedad y angustia

Diagnóstico y Tratamiento

Un médico clínico, debido a las recurrentes visitas de su paciente, puede notar la presencia de Hipocondría, sin embargo, se trata de una patología de tratamiento psicológico o psiquiátrico.

Es necesario realizar un examen completo sobre un paciente que presente los síntomas anteriormente detallados, a fin de diferenciar si se trata de un trastorno mental que deriva en ansiedad respecto a la salud; o si se trata de Hipocondría.

En caso de confirmar la presencia de Hipocondría, se debe comunicar esto al paciente, para que no piense que se trata de algo grave.

Respecto a los tratamientos de esta enfermedad, existen pocos antecedentes y no hay abundante información acerca de sus resultados, pero más allá de esto, vale la pena hacer un recuento de los posibles tratamientos de la Hipocondría, detallados en un informe de la Universidad de Oviedo y Unidad de Salud Mental de Salnés:

  • Fármacos: En un estudio realizado sobre una cantidad de 20 pacientes, 12 fueron medicados y 8 recibieron placebo; el 67% de los que recibieron medicación tuvo mejoras y el 50% de los que recibieron placebo también
  • Psicoanálisis: En un estudio realizado sobre 23 pacientes bajo tratamiento psicológico, se comprobó que sólo 4 de ellos mostraron mejoras
  • Tratamiento conductual: Se expuso a un paciente a estímulos evocadores del miedo, en forma directa e indirecta y al cabo de un tratamiento de 16 semanas, el sujeto bajó su nivel de ansiedad del 92% al 7%

Conclusiones

El tratamiento con fármacos demuestra un resultado positivo (67%), al igual que el tratamiento conductual presenta interesantes beneficios. Los pacientes con Hipocondría, gracias a la asistencia médica y a un gran apoyo de su familia, pueden mejorar su calidad de vida de manera formidable.