Miedos y fobias femeninas más comunes

Hay emociones que pueden desencadenar reacciones dañinas o presentarse como un llamado de atención...

miedos y fobias femeninas
La mujer puede padecer miedos y fobias
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Entre los muchos mecanismos de preservación de la vida con los que cuentan los seres humanos, se encuentra el miedo, esa reacción natural que motiva a las personas a protegerse ante una amenaza o peligro.

Sin embargo, cuando esta emoción se presenta de manera intensa ante algo concreto y específico, y la persona no es capaz de controlarlo, se habla de una fobia. Según la Asociación Americana de Psiquiatría (APA), la fobia se define como: “Un temor incontrolable, irracional y persistente, de un determinado objeto, situación o actividad”(1). Las causas de las fobias se remiten a factores genéticos y ambientales, y se manifiestan generalmente durante la primera infancia, o cuando la persona es mayor de 15 años de edad.

Las apariencias pueden engañar

Se cree que las personas afectadas por estos temores irracionales son, en su mayoría, mujeres. Algunos estudios así lo señalan. Habría que considerar hasta qué punto influye en esta premisa, el hecho de que muchos hombres, se cuidan de exteriorizar su miedo, llegando incluso a manejar un verdadero dominio expresivo, para no ser juzgados o catalogados de cobardes. En cambio, las mujeres tienen a su favor el estereotipo que las describe como de naturaleza frágil y susceptible, por lo que pueden darse el lujo de expresar abiertamente sus temores, para recibir comprensión, ayuda y protección.

Tan variadas como curiosas

Las fobias pueden ser muy diversas, pero se dividen básicamente en tres grandes grupos: Fobias específicas, Fobias Sociales y Agorafobia

  • Fobias específicas: Se teme a una situación, que en realidad no entraña peligro alguno. En este sentido, hay una significativa cantidad de fobias que se manifiestan del lado femenino, y un ejemplo de ellas, son los temores de origen sexual. Sea por falta de conocimientos sobre el tema, o porque han sido educadas para reprimir sus emociones, lo cierto es que muchas mujeres sufren de fobias sexuales. Las más comunes son: Temor a la penetración, al miembro masculino erecto y a desnudarse delante de otra persona.

    Otras parecen atender a un patrón que afianza el temor a ciertos animales como ratones, culebras, sapos y muchos insectos de aspecto repulsivo. El temor a envejecer, es bastante común también, así como el miedo a estar solas

  • Fobias sociales: Se refieren al temor de la persona a verse en una situación humillante o vergonzante en público. Aquí se repite el temor a la desnudez, y a ciertos animales o situaciones, agravado por la presencia de otras personas, que puedan observar la situación
  • Agorafobia: Es un miedo muy común que se refiere al temor a sufrir un ataque de pánico en un lugar público

Algunas de las fobias más recurentes entre las personas son:

  • Erotofobia: Incapacidad para hablar de temas sexuales
  • Falofobia: Miedo al pene
  • Eurotofobia: Miedo a los propios genitales
  • Agrafobia: Se refiere al miedo al abuso sexual
  • Cinofobia: Miedo a los perros
  • Entomofobia: Miedo a los insectos
  • Gelofobia: Miedo a los gatos
  • Ofidiofobia: Miedo a las serpientes
  • Muridofobia: Miedo a los ratones
  • Acrofobia: Miedo a lugares altos
  • Aigmofobia: Miedo a objetos puntiagudos
  • Brontofobia: Miedo a los truenos
  • Claustrofobia: Miedo a lugares encerrados
  • Criptofobia: Miedo a espacios pequeños
  • Neofobia: Miedo a lo nuevo
  • Nictalofobia: Miedo a la noche
  • Tanatofobia: Miedo a la muerte
  • Nosofobia: Miedo a las enfermedades
  • Algofobia: Miedo al dolor
  • Fobofobia: Miedo a la angustia
  • Hematofobia: Miedo a la sangre

Buscar ayuda, el camino para sanar

En ocasiones, las fobias se presentan como una manifestación de problemas psicológicos más profundos, por consiguiente, la ayuda profesional en estos casos, es la opción más acertada. Algunos tratamientos incluyen:

  • Terapia conductual o cognoscitiva conductual: Ambas se orientan a modificar los patrones de conducta y pensamientos
  • Terapia psicodinámica: Es útil para conocer las razones de los miedos
  • Terapia farmacológica: Si bien no ataca directamente el problema, minimiza los efectos físicos de la ansiedad, ayuda a la relajación y permite combatir el insomnio

Temores: alertas que hay que atender

Sin llegar a transitar por el camino de las patologías, las mujeres suelen albergar muchos temores a lo largo de la vida, entre otras razones, por los diferentes roles que deben desempeñar. Estas situaciones generan una fuerte presión y estrés, y terminan afectando la resistencia, la voluntad y la psique, que en su tarea de mantener la cordura, busca mecanismos de escape. Los temores surgen así, como un sistema de alerta sobre situaciones que se deben trabajar, bien para aceptarlas, enfrentarlas y combatirlas o bien, para cambiarlas radicalmente.

Ambivalencias femeninas

  • Circunstancias como criar solas a los hijos, ganar el sustento propio y del grupo familiar o, por el contrario, depender de una pareja en condición de minusvalía, pueden generar muchos temores
  • Igualmente sienten temor algunas mujeres exitosas, cuyas credenciales y cualidades, alejan a los prospectos de pareja, haciéndoles sentir con el paso del tiempo, miedo al éxito y también a la soledad. Ellas desean mantener su independencia, pero añoran ser protegidas y hasta guiadas
  • Otros temores ampliamente conocidos por las féminas, son aquellos relacionados con los estándares de belleza y juventud, pues ante la aparición de los primeros signos de envejecimiento, sienten que corren peligro, desde la relación de pareja, hasta las oportunidades laborales
  • Temor al abandono, al nido vacío (cuando los hijos se van), a la muerte y al dolor, son también expresiones de aquellas circunstancias que muchas mujeres deben enfrentar con frecuencia

Esta es apenas una mirada sobre el complejo mundo de las fobias y temores, extrañas manifestaciones de la mente, que pueden llegar inclusive, a limitar y estropear la vida familiar, social y laboral de las personas.

Las mujeres, con su sensibilidad y emotividad a flor de piel, son más vulnerables, pero tienen la ventaja de saber manejarse muy bien con la introspección y los instintos, por ello, si toman conciencia de aquellas cosas a las que temen, pueden revertir la situación teniendo en el miedo un aliado, que las guiará hacia las cosas que deben cambiar en sus vidas.


(1) http://www.apa.org/