Billy Elliot en Broadway: “Electrificante, te hace mover, te hace llorar”

Un musical que demuestra que todo se puede cuando se lucha por un sueño

Billy Elliot

Basado en el filme inglés homónimo y ganador de nada menos que 10 premios Tony; el musical de Billy Elliot, el niño bailarín que nos hizo soñar a todos y llorar con su famosa frase: “Cuando empiezo a moverme lo olvido todo, es como si desapareciera y todo mi cuerpo cambiara. Como si tuviera fuego dentro y me viera volando, como un pájaro. Siento como electricidad. Sí, como electricidad”; es uno de los más exitosos del momento, en la cuna del teatro musical: Broadway.

Con 5 funciones semanales en el Teatro Imperial de Nueva York, Billy Elliot – El Musical, hace justicia a las críticas de grandes medios como The New York Times o USA Today, que lo definen así: “Brillante”, “Electrificante”, “Un Triunfo”, “Intoxicante”, “Extraordinario”, “Te hace mover, te hace llorar”.

¿Quién es Billy?

Billy Elliot, es un niño oriundo del norte de Inglaterra, quien acaba de perder a su mamá y vive en el seno de una familia de clase trabajadora. En el contexto de una huelga minera que transcurre en el año 1984, Billy descubre su talento para bailar, gracias a una entrañable profesora de danza; mientras su padre y su hermano, ambos mineros, están temporalmente desempleados. En el centro del caos económico y social, surge un verdadero sueño que perseguir y Billy lucha por ingresar al Royal Ballet, mientras a su familia le cuesta comprender, por qué él es diferente.

El planteo interesante de Billy Elliot, es que el verdadero deseo y el amor, son más fuertes que los prejuicios: ¿Por qué un niño de clase obrera no puede ingresar al Royal Ballet? ¿Por qué alguien no puede salirse del molde?

Ellos pueden, yo puedo

Cuando vemos a los ricos y famosos, solemos pensar que tienen suerte, que las cosas son fáciles para ellos, pero no siempre es así. Tal como le sucedió a Billy Elliot, fueron muchos los artistas que salieron de la pobreza, por ejemplo: Jim Carrey vivió largo tiempo en una furgoneta; Halle Berry pasó su infancia en diversos refugios; Leonardo Di Caprio y Sarah Jessica Parker, crecieron en barrios muy humildes y trabajaron desde pequeños; y la lista continúa.

El arte y la propia realidad son testimonio suficiente, de que se puede salir adelante.

La adaptación del cine al teatro

La película Billy Elliot, dirigida por Stephen Daldry (el director de otras dos maravillas: Las Horas y El Lector), se estrenó en el año 2000 y aparte de alborotar el corazón del público y ganar numerosos premios internacionales, inspiró la posterior creación de una novela y una comedia musical, a cargo también de Daldry, con letras de Lee Hall, coreografías de Peter Darling y música de Elton John.

El mayor desafío de la adaptación de cine a teatro, fue encontrar un joven actor que pueda interpretar a Billy, cantar, actuar y bailar en vivo. Finalmente, fueron 5 los actores seleccionados para el papel: Michael Dameski, Alex Ko, Trent Kowalik, Liam Redhead y Dayton Tavares; quienes se alternan para realizar las numerosas performances del show.

Billy Elliot en su versión musical, es una experiencia de dos horas de duración, que explota en juegos de luces, música emocionante, actores talentosísimos y coreografías que dan ganas de volar; el espectáculo teatral agrega algo de humor y movimiento, a la cruda historia que toca ver. No es Disney, pero suelta una fresca bocanada de esperanza y de no dejarse caer ante las dificultades.

Hace apenas unos días, el elenco del musical Billy Elliot, festejó 500 exitosas presentaciones.

Qué nos deja…

La comedia musical tiene un increíble poder de seducción, sabe poner en juego sus mejores armas, es capaz de montar la más bella de las escenas (conjugando sabia y delicadamente las luces, el vestuario, el maquillaje, la música y la danza), para atraparnos en sus redes.

Aparte de estos trucos, la historia de Billy Elliot, funciona porque nos hace pensar a todos: ¿Cuál es mi sueño? ¿Lucho todos los días para conseguirlo? Es innegable que todos tenemos un fuerte deseo respecto a la vocación, algunos lo practican, otros lo han olvidado, es por esto que Billy Elliot nos emociona, porque nos muestra que alguien, en las peores condiciones, pudo hacerlo, entonces, nosotros también podemos.