Conciliar buenos hábitos alimenticios con la etapa escolar

La clave es la planificación y organización de los menús y los horarios teniendo en cuenta los nutrientes esenciales para los niños.

Niños con plato de alimentos saludables

Durante el período de las vacaciones mantener buenos hábitos alimenticios puede ser más sencillo, porque existe más tiempo para dedicarse a atender la alimentación de los niños. Aunque también puede pasar que al estar en un momento de ocio, los padres se relajen y no se preocupen tanto. Pero cuando comienza el período escolar, las demandas y requerimientos son mayores y de ahí la importancia de una dieta saludable para poder hacer frente a todas las obligaciones.

Esta etapa la adquisición de aprendizajes, va acompañada por el desarrollo y crecimiento físico del niño. Por lo cual, además de ser imprescindible una buena nutrición para que crezca sano, fuerte y aprenda, es necesario que incorpore hábitos saludables y los naturalice, de modo que los asimile y haga suyos para el resto de su vida.

En la actualidad se está hablando de niños con enfermedades que antes eran sólo concebidas en los adultos: Obesidad, hipertensión, colesterol, diabetes. Las mismas no serían tan frecuentes si los padres nos ocupáramos con mayor dedicación de la alimentación de nuestros hijos.

Algunos consejos para conciliar la etapa escolar y la alimentación de los niños

  • Respetar las 5 comidas diarias: Si bien este consejo es básico y recurrente, no por ello menos importante. Ya que en la vorágine de la vida cotidiana los adultos nos salteamos, muchas veces, el desayuno y hacemos que nuestros hijos también lo hagan. Si por dormir 5 minutos más obviamos una comida tan importante, cómo podemos esperar que nuestros niños adquieran hábitos saludables. Para que lo hagan, es fundamental planificar el día teniendo en cuenta el tiempo necesario y suficiente para tomar un buen desayuno (que incluya frutas, cereales, lácteos y derivados) antes de comenzar la jornada. Respetar además los horarios del almuerzo, colaciones, merienda y cena.
  • Preparar meriendas saludables para el colegio: Si bien esto puede parecer un desafío imposible cuando existe poco tiempo y muchas responsabilidades, la clave está en la organización y planificación. En vez de esperar a la noche anterior para pensar la merienda del otro día, hacerlo con tiempo el fin de semana,facilita y permite buscar opciones sanas y caseras.
  • Reducir el consumo de sal agregada y productos procesados con sal: Como ya se mencionó, la hipertensión es una enfermedad que está afectando también a los niños. Por ello, es fundamental acostumbrarlos a erradicar la sal de su alimentación cuanto antes. Al igual que sucede con el azúcar, los bebés no conocen el sabor de la sal hasta que no la prueban. Si desde bien pequeños les acostumbramos a comer con poca sal y poca azúcar, ellos nunca necesitarán agregarla a las comidas y sus hábitos serán más saludables.
  • Incluir las 5 raciones diarias de frutas y verduras: Este tip es reiterativo pero sumamente importante, ya que con ello se aporta fibra, vitaminas y minerales esenciales para el desarrollo del niño. Si bien puede parecer difícil que consuman esta cantidad, existen estrategias que ayudan a que lo hagan. Por ejemplo, en forma de jugos o batidas naturales; agregando alguna fruta al desayuno, la merienda y al postre; acompañando cada plato con una porción de ensalada.
  • Enseñarles a reconocer la sensación de saciedad: Esto implica que aprendan a reconocer cuando su organismo está satisfecho y en consecuencia no coman de más.
  • Planificar el menú semanal y en función a ello realizar la compra: Esto ayuda a organizarse y evitar las urgencias de último momento que llevan a darle a los niños comidas procesadas congeladas o chatarra.
  • Planificar el menú diario: Considerando las necesidades nutricionales del niño y que los diferentes menús las cubran. Por ejemplo: Si el niño almuerza y merienda en el colegio, el desayuno y la cena deberán aportar los nutrientes que le faltaron a esas otras comidas.
  • Optar por aceite de oliva para aderezar: Elegir el aceite de oliva ante otra fuente de grasas a la hora de preparar alimentos.
  • Incluir pescado en alguna preparación del menú semanal: Buscar recetas que les gusten a los niños y tener la constancia de una vez a la semana prepararla.

La nutricionista Sara Abu Sabbah autora del libro “Pregúntame sobre nutrición infantil” explica sobre la alimentación del niño:

Para lograr que el niño coma lo que necesita, es vital respetar los horarios de comida y los tiempos entre cada una. Así nos aseguramos que el chico tenga apetito y cubra sus necesidades alimentarias.