Hipertensión infantil

Contrariamente a lo que se podía creer hasta hace algún tiempo, los problemas de presión alta no son exclusivos de la adultez, sino que cada vez se están viendo con más frecuencia niños hipertensos.

La prevalencia de la hipertensión en la infancia oscila en el 3% en menores de 18 años. Del mismo modo que en la población adulta, la hipertensión arterial se cataloga de esencial o secundaria y aguda o crónica. La mayoría de los niños presentan un incremento leve de la presión arterial por lo que se los cataloga como hipertensos esenciales. Un 10% manifiesta un incremento mayor de la presión arterial y se los clasifica como hipertensos secundarios. Y en entre un 80 y 90% de ellos la hipertensión es una consecuencia de otra enfermedad.
A partir de los 3 años, la presión arterial debe ser tomada en la consulta pediátrica como un procedimiento de rutina, al igual que pesar o medir al niño. El objetivo es identificar aquellos niños hipertensos y los que tienen riesgo potencial de serlo de adultos.

Causas

En la mayoría de los casos se desconoce cuál es la causa exacta de la hipertensión arterial y puede ser una manifestación colateral de otra enfermedad, por ejemplo endocrina o renal. Sin embargo, hay factores que la favorecen:

• Antecedentes familiares: Si ambos padres sufren de hipertensión, alrededor del 50% de los hijos también los será. Mientras que si solamente uno de ellos lo es, las probabilidades oscilan en el 33%
• La obesidad infantil
• Estilo de vida sedentario
• Consumo excesivo de sal y grasas en la dieta
• Exposición pasiva a ambientes contaminados con humo de tabaco
• Niños prematuros o que nacen con bajo peso

Síntomas

• Dolor de cabeza
• Mareos
• Agotamiento
• Coloración rojiza en rostro y orejas
• Sangrado por la nariz
• Visión de destellos de luces brillantes

Diagnóstico

Si bien en base a los síntomas anteriormente mencionados se puede sospechar la hipertensión en el niño, el diagnóstico debe realizarse a través de un examen físico. En lo que refiere a la presión arterial de los niños, no hay un solo valor determinado de normalidad, sino que es un parámetro variable en el que se toman en cuenta la edad, el sexo, la talla y el peso del niño. La toma de presión para llegar al diagnóstico, se realiza en el brazo del niño (estando este tranquilo y con un brazalete acorde a su tamaño) en tres circunstancias distintas y cuando el valor supera las tres veces el percentil 95 para la edad, estatura y peso del niño se lo considera hipertenso.

• Aquellos niños en los que el percentil oscila entre el percentil 90 y 95 están en un límite alto de lo considerado normal y de continuar con esos valores, serán hipertensos de adultos
• Hipertensión arterial: Valores mayores al percentil 95 para talla, peso y edad
• Hipertensión arterial significativa: Valores oscilan entre percentil 95 y 99
• Hipertensión arterial grave: Valores que superan el percentil 99

Tratamiento

• En niños con riesgo potencial de hipertensión:
• Controlar el peso y realizar ejercicio físico con regularidad disminuyen los factores de riesgo
• Controlar la cantidad de sal que se consume en la dieta, ya que el alto consumo de sodio en la infancia se relaciona con elevados valores de presión arterial el la vida adulta aunque posteriormente se elimine de la alimentación
• Aumentar el consumo de potasio. Se baja considerablemente a presión arterial consumiendo grandes cantidades de potasio
• En niños hipertensos
• Modificaciones en el estilo de vida: Son simples modificaciones en algunos hábitos (alimentación, ejercicio, etc.) que pueden contribuir a bajar los valores altos de presión en cualquier forma de hipertenso (hipertensión significativa, hipertensión grave, etc.), aunque están especialmente indicados para aquellos cuyo percentil oscila entre el 90 y 95
• Tratamiento farmacológico para normalizar los valores de la presión arterial
• En los casos de hipertensión secundaria, es decir que la presión alta es a causa de otra enfermedad el tratamiento será específico para la misma