La importancia de la calidad de las grasas en la alimentación durante el embarazo

Es fundamental cuidar la alimentación en el embarazo, especialmente la calidad de las grasas que se consumen.

Nutricion en el embarazo
El aceite de soja es el mejor para la alimentación durante el embarazo

Es importante prestar mucha atención a la alimentación en el embarazo, especialmente a la calidad de las grasas que se consumen, para cuidar la salud de la mujer y asegurar el correcto crecimiento y desarrollo del niño. En este sentido es importante consumir todos los días aceite, especialmente de soja, y por lo menos una o dos veces por semana pescado. Es necesario limitar la cantidad de grasas de origen animal, como manteca y crema de leche, así como de carnes grasas, fiambres, embutidos, etc.

Para recordar

  • Los aceites vegetales aportan ácidos grasos esenciales y grasas favorables para la salud materna y fetal, así como vitaminas antioxidantes
  • Los ácidos grasos esenciales son aquellos que el organismo humano no puede sintetizar. Todos los ácidos grasos esenciales acumulados por el feto ( omega 3 y omega 6) deben derivarse de la circulación materna y originarse en la dieta materna en primera instancia, fundamentalmente a través de los aceites y el pescado
  • Se recomienda disminuir el consumo de alimentos como bizcochos, manteca, quesos grasos, crema de leche, fiambres, embutidos y mayonesa, entre otros. Ya que este tipo de grasas consumidas en exceso tienen un efecto nocivo en la salud materna
  • Es importante evitar el consumo de grasas trans, las que se encuentran en algunos productos panificados, galletas dulces o saladas, alfajores de chocolate, entre otros. Este tipo de grasas son perjudiciales para la salud materna y para el crecimiento y desarrollo del niño. Se pueden identificar los productos que contienen grasas trans leyendo atentamente las etiquetas: Aceite vegetal hidrogenado o margarina

La calidad de las grasas en relación al crecimiento y desarrollo del feto

  • Los ácidos grasos juegan un papel fundamental en el crecimiento y el desarrollo del feto por medio de su función en las membranas lipídicas
  • Los acontecimientos previos a la concepción influyen en el proceso fisiológico a largo plazo de acumulación de grasa y en la naturaleza de la grasa almacenada. Esta es la grasa que se tiene a disposición durante el período de formación y división celular, en el desarrollo embrionario y de la placenta durante el primer trimestre de gestación. A partir de la concepción se acumular importantes cantidades de grasa para mantener el crecimiento del feto durante el tercer trimestre y para satisfacer las necesidades iniciales durante la lactancia (1)
  • De algunos experimentos realizados en animales, se desprenden datos que insinúan que la nutrición de la embarazada anterior y posterior al nacimiento del bebé, afecta la composición lipídica del cerebro y tiene efectos sobre el aprendizaje. Las carencias nutricionales de ácidos grasos omega 3 influyen en la integridad neurológica y la capacidad visual
  • La nutrición en el embarazo y la lactancia, determinan la transferencia de ácidos grasoso esenciales (omega 3 y omega 6) y no esenciales a través de la placenta y de la leche materna
  • Los ácidos grasos trans consumidos por la madre llegan al feto o al bebé, ya que atraviesan la placenta y son secretados por la leche materna, en una concentración que es proporcional al la ingesta de la madre. Los ácidos grasos trans pueden afectar adversamente el crecimiento intrauterino y del niño, a través de la inhibición de la conversión de ácidos grasos esenciales

La calidad de las grasas y la relación con la salud de la embarazada

  • Del mismo modo que en otras etapas de la vida, durante el embarazo es importante cuidar la calidad de las grasas que se consumen
  • El consumo excesivo de grasas saturadas se asocia al desarrollo de enfermedades cardiovasculares y de diabetes tipo 2
  • Las grasas trans provenientes de la hidrogenación industrial de aceites vegetales se asocian a alteraciones del perfil lipídico. Aumentan el “colesterol malo” (LDL) y disminuyen el “colesterol bueno” (HDL)

    Para tener en cuenta

    • Es preciso que la embarazada consuma alimentos que le aporten grasas y aceites ricos en omega 3, como el pescado, el aceite de soja y los porotos de soja
    • Es importante limitar el consumo de alimentos fritos y ricos en grasa, como fiambres, embutidos, biscochos, alfajores, ojitos, etc
    • Se recomienda evitar alimentos que contengan margarina o aceites hidrogenados, como galletitas, alfajores de chocolate, masas industrializadas, budines comprados, etc
    • Se debe moderar el consumo de grasas animales: Preferir los lácteos descremados, las carnes magras o desgrasadas y limitar la manteca
    • Es bueno agregar aceite crudo a las comidas. El de soja es el que aporta más omega 3
    • Las grasas esenciales son fundamentales párale desarrollo del sistema nervioso del bebé

    (1) FAO-OMS, 1997.