Consejos para mejorar la relación con los hijos adolescentes

No hacerse el amigo de los hijos, evitar apropiarse de su lenguaje, interiorizarse en los temas de su interés

Relación entre padres e hijos adolescentes

Generalmente las relaciones entre padres e hijos adolescentes suelen ser bastante conflictivas; con malos modos, malas contestaciones, constates cambios de humor, inconformidad permanente, etc.

La buena noticia es que la adolescencia es una etapa transitoria que se caracteriza por el conflicto generacional con los padres, pero pasa y una vez que el adolescente madura se convierte en un joven más responsable y centrado, que se aproxima nuevamente a sus padres. Sin embargo, los años que dura pueden ser todo un desafío, aunque existen sugerencias para hacer las cosas más llevaderas.

1

Dedica tiempo a tu hijo adolescente

Aunque durante la adolescencia los hijos no suelen gustar mucho de pasar tiempo con sus padres y generalmente parecen aborrecer todo lo que tenga que ver con estos, es importante que noten que están siempre ahí. Es decir que ellos tienen que tener claro que pueden recurrir a sus padres siempre

2

No tratar de ser su amigo

Esto pasa sobre todo entre padres e hijos del mismo sexo, madres que en lugar de madres quieren ser amigas de sus hijas y padres que en vez de padres pretender ser amigos de sus hijos. Este cambio de roles lejos de ser favorable es absolutamente perjudicial, los padres siempre tienen que ser padres, poner límites y reglas claras que deben de ser respetadas. Esto no implica necesariamente tener que ser severos en extremo, pero tampoco tan flexibles que en vez de padres se vuelvan amigos. Lo ideal es buscar un punto de equilibrio entre la rigidez de los límites que no pueden romperse, como por ejemplo la hora de volver a casa, y la flexibilidad de dejarlos salir a una fiesta.

3

Evitar pensar que todo lo que hace el adolescente es personal contra sus padres

Los padres de adolescentes a menudo olvidan su propia adolescencia y no recuerdan que esta etapa se caracteriza fundamentalmente por la rebeldía y el constante desafío a la autoridad. Los adolescentes no hacen todo lo que hacen para molestar a sus padres o en contra de ellos, lo hacen simplemente porque son adolescentes y de eso se trata. El entender esto como algo natural facilita mucho las cosas, la comprensión del proceso por el que están pasando. Pero es importante tampoco pasarse para el extremo de naturalizarlo a tal punto de hacerse los superados y explicar toas sus conductas como características normales de adolescente. Ya que esto suele molestar mucho a los adolescentes, porque es como que se quita trascendencia a la etapa por la que están atravesando.

4

Realizar pequeñas modificaciones en el lenguaje

Es importante entender lo difícil de esta etapa de transición en la que ya no se es más un niño pero tampoco aún se es adulto. En este sentido ya no hay que hablarle al adolescente como a un niño; darle ordenes o regañarlo como a un pequeño. Para ello, una buena opción es realizar pequeñas modificaciones en el lenguaje al dirigirse a ellos. Por ejemplo, en vez de decirle “no” rotundo, decir: “preferiría que no”. Y al momento de pretender que haga alguna cosa, en vez de decírselo como una orden “haz tal cosa”, decir “me gustaría que hicieras”. Si bien son leves modificaciones que a primera vista parecen insignificantes, para los adolescentes pueden ser muy significativas y hacer la diferencia entre ser tratado como un niño o como un adulto.

Algunos padres siguiendo esto de hacer determinadas modificaciones en su lenguaje para dirigirse a sus hijos, comienzan a utilizar ciertas expresiones propias de los adolescentes. Es muy común que los adolescentes hablen una especie de “idioma propio”, cargado de palabras que los adultos no entienden. Y hay padres que en busca de aproximarse a sus hijos, adoptan algunas de estas expresiones y lejos de lograr su objetivo consiguen todo lo contrario, avergonzarlos y alejarlos.

5

Buscar hablarle sobre temas que le interesen

Una de las grandes cosas que alejan a padres e hijos adolescentes es la brecha generacional que parece agrandarse muchísimo en esta etapa. En este sentido, los padres pueden buscar achicarla un poco, interiorizándose en las temáticas que interesan a sus hijos. Por ejemplo: Música, amistades, pasatiempos, etc. Hoy por hoy con el acceso a la información a través de Internet, es muy fácil para cualquier padre buscar información e investigar sobre temas musicales, bandas, sexualidad, embarazo, etc., de modo de poder entablar conversaciones con conocimiento y demostrar interés por sus cosas.