Cómo ayudar a una mujer maltratada

Según investigadores, el maltrato hacia la mujer tiene mucho que ver con la forma equivocada en que concebimos el amor hacia la pareja.

mujer maltratada

El maltrato hacia la mujer puede llegar a límites insospechados cuando no se busca ayuda a tiempo, haciendo que las lesiones puedan ser reiteradas, poniendo en riesgo incluso la propia vida.

El maltrato no escatima ningún tipo de realidad social, cultural o económica, por el contrario, parece convertirse en un problema de salud pública, porque las agresiones no solo dejan huellas psicológicas, sino que se transforman en un factor de riesgo para la salud de la mujer.

Cómo se origina el maltrato

En la mayoría de los casos, el maltrato hacia la mujer comienza de manera gradual. En un primer momento recibe insultos, luego se le prohíbe acercarse a ciertas amistades, hasta que comienzan a surgir las discusiones que dan lugar a empujones, humillaciones y golpes.

La manera en la que estos maltratos ocurren, puede llegar a repetirse de tal manera que se constituye en una forma “normal de comunicación”. Luego de un episodio de maltrato, el hombre puede manifestar un aparente arrepentimiento, seguido de las disculpas del caso y momentos de ternura con el fin de subsanar el momento violento.

Pero lo peor de todo es que la mujer llegue a justificar los comportamientos de su agresor, llegando a desarrollar el “síndrome de Estocolmo doméstico”, que consiste en la adaptación de la víctima a la violencia doméstica.

Consecuencias del maltrato a la mujer

Según los especialistas en el tema, cuando una mujer sufre maltrato, presenta síntomas como:

  • Genera una respuesta de estrés.
  • Presenta síntomas crónicos como depresión.
  • Disminución de la autoestima.
  • Disminución de la autosuficiencia.
  • Piensa que merece recibir tales castigos.
  • Sentimiento de incapacidad para cuidar de sí misma y de sus hijos.
  • Aislamiento social.
  • Sentimientos de culpa.
  • Dependencia emocional hacia el maltratador.
  • Ansiedad.

Cómo ayudar a una mujer maltratada

El apoyo psicológico es determinante para ayudar a una mujer que ha sido maltratada. Es importante que acuda a terapias para superar el episodio de violencia, pues la psicología, así como otras disciplinas, cuentan con una serie de técnicas efectivas para superar las secuelas del maltrato.
Uno de los enfoques más recomendados es el cognitivo-conductual. Cuando una persona maltratada acude a una consulta, el profesional de la salud le enseñará varias estrategias para que aprenda a controlar los episodios ansiosos.

De esta manera, podrá trabajar sobre la relajación muscular progresiva o la respiración profunda y conocer sobre las técnicas cognitivas para que identifique ciertos pensamientos que no son los más acordes con la realidad. Por ello, es una técnica muy efectiva en la restructuración cognitiva, detención del pensamiento y entrenamiento en habilidades sociales. Los planes pueden ser grupales o individuales, según lo estime el especialista.

El manual de atención psicológica a víctimas del maltrato, también hace alusión a la intervención terapéutica que contempla el desahogo en le consultorio, la escucha activa, la empatía, la capacidad de que el psicólogo pueda transmitir esperanza, además de promover la toma de decisiones y, sobre todo, evaluar los riesgos que pudieran estar presentes.

Los vínculos amorosos

Las medidas de seguridad para la víctima son también cruciales, sobre todo si se encuentra viviendo con el agresor. El profesional que atienda a la víctima le podrá indicar los lugares a los cuales pude acudir por ayuda o las acciones que puede tomar ante un ataque para ponerse a salvo.

Fina Sanz, profesora de psicología y autora del libro “Los vínculos amorosos: amar desde la identidad en la terapia de reencuentro”, afirma que los ideales que se han construido sobre el romanticismo giran en torno a factores psicológicos y sociales.

El problema surge porque asociamos el estado de enamoramiento con elementos como el amor a primera vista, el sacrificio por el otro, la fusión con el otro, las pruebas de amor, las expectativas mágicas o, peor aún, el olvido de la propia vida.

Estos hechos obligan a que se realice un análisis más exhaustivo sobre el modelo del amor, haciendo planteamientos más realistas y considerando que los afectos son diversos. El amor no puede fundamentarse en sacrificios o renuncias que impliquen abandonar proyectos personales, porque todos necesitamos un espacio que debería ser indisoluble: el espacio para el amor propio.