Haptonomía, la fuerza del cariño
La fuerza del cariño en su más pura esencia, la efectividad, las emociones y el amor, un aspecto fundamental en el desarrollo del bebé que ahora tiene nombre científico. Haptonomía, la ciencia de los afectos.
La fuerza del cariño en su más pura esencia, la efectividad, las emociones y el amor, un aspecto fundamental en el desarrollo del bebé que ahora tiene nombre científico. Haptonomía, la ciencia de los afectos.
Desde tiempos ancestrales hemos hablado de la incidencia de a la afectividad en el desarrollo del bebé, incluso antes de su nacimiento. Se ha comprobado la eficiencia de la música en el desarrollo fetal y es de sobra conocido el efecto de los afectos en el bienestar de las personas.
Hablamos de la Haptonomía, una ciencia que estudia los aspectos inherentes a los sentimientos, la intimidad, las relaciones humanas y los afectos… incluso antes del nacimiento.
Si bien es cierto que biológicamente el desarrollo del bebé dentro del útero está completamente controlado y es de sobra conocido, no se sabe a ciencia cierta qué sucede con sus emociones.
Es previsible que si el feto oye y ve dentro del útero materno, si puede oler y percibir, es absolutamente factible que pueda sentir y por lo tanto, memorizar y como resultado, aprender.
Este descubrimiento, ha sido hecho por el profesor Veldeman del Centro Internacional de Investigación y Desarrollo de la Haptonomía. Él y su equipo de investigadores, han dedicado sus esfuerzos a estudiar qué sucede con las emociones y su incidencia en el aprendizaje en los bebés antes de su nacimiento.
A esta ciencia, se le ha dado la denominación de Haptonomía y se ha logrado demostrar una relación intrínseca entre el desarrollo de la personalidad futura y la comunicación durante el embarazo entre madre e hijo. Los estudios, sorprendentemente, han concluido que, en los casos en los que la comunicación es inexistente o negativa – en los embarazos no deseados- se produce un bloqueo psicológico innato en la formación cerebral que podría causar problemas de índole psicológica en los niños en su vida futura.
Sensibilidad y aprendizaje
Para lograr establecer una comunicación afectiva a través de la Haptonomía, se ha creado un curso denominado Psicología táctil y puede ser aprendida tanto por la madre como por el padre.
Los canales a través de los que se establece la comunicación, son la palabra, el pensamiento y, fundamentalmente, el tacto.
Sin embargo, el eje central del curso, radica en la importancia de aprender a tocar. Para ello se debe desarrollar la potencialidad inherente al ser humano pero que, habitualmente, no se ha fomentado.
Los sentimientos = El aprendizaje
La Haptonomía, sin embargo, no se puede aprender a través de un método establecido, es una forma de comunicación a través del sentido del tacto y se centra por lo tanto en estimular y fomentar la transmisión de las emociones por medio de las caricias y los pensamientos.
Son tan positivos sus resultados, que es cada vez más frecuente comprobar su utilización en la salud pública.
Beneficios
- Fomenta los lazos afectivos entre el hijo y sus padres
- Genera un aumento de la confianza
- Fortalece la importancia del padre en el desarrollo fetal
- Fomenta la autoestima
- Previene problemas psicológicos futuros
- Genera confianza y tranquilidad en torno al embarazo y el parto, lo que facilita el proceso
- Disminuye el estrés y la ansiedad maternos
- Minimiza el impacto de la depresión postparto
Cómo se realiza
Las sesiones son completamente táctiles, se llevan a cabo dejando fluir la afectividad, acariciando, presionando y comunicándose con el bebé dentro del útero, tanto por parte del padre como de la madre.
Conclusiones
El uso de la afectividad produce efectos beneficiosos sobre cualquier ser humano. Es por esto, que la Haptonomía se transforma paulatinamente, en un método de características de prevención de problemas futuros.
Según los expertos, es conveniente mantener el método hasta que el bebé cumpla un año de edad, momento en el que se produce la maduración completa del bebé como ser humano.