El ciclo del sueño, un hábito a adquirir en el bebé
Si, es cierto, el título ya provoca nerviosismo. ¿Quien no conoce las auténticas y genuinas noches de los padres primerizos? El despertador puesto a horas aún sin luz, mientra la noche transcurre en torno a un sinfín de llantos, gritos, ruidos de nuestro primogénito que ha decidido tomarse una noche de fiesta.
Esta escena, de sobra conocida, se transforma en crítica cuando las noches sin dormir son una constante y dormir una noche seguida se transforma en un imposible. Dentro de los trastornos de sueño más frecuentes en los bebés se encuentran los sueños diurnos o a horas intermedias, son los bebés que se duermen tres o cuatro horas antes del inicio del sueño nocturno.
El sueño fraccionado, trastorno muy habitual en los bebés entre seis meses y un año, es muy común en niños, duermen periodos de tiempo breves y se despiertan sin sueño.
Ciclo de sueño
Es importante tener presente que, si bien el sueño es en sí mismo una necesidad y, por lo tanto, un instinto, el ciclo de sueño es una conducta aprendida. El ser humano necesita dormir para reponerse, pero nada argumenta que tenga que ser de noche. El bebé no conoce el ciclo de sueño, lleva nueve meses durmiendo cuando la necesidad lo pedía, por lo tanto hay que enseñarle a adquirir un ciclo de sueño.
Es fundamental no crear hábitos que no son necesarios, su hijo debe dormirse de forma independiente, si asociamos el sueño a los brazos o a objetos o rutinas innecesarias, será mucho más difícil después erradicarlas que si no se producen de inicio.
Es fundamental crear un clima relajado para el bebé, en el que existan las menos tensiones posibles y el que, la rutina por repetición de actos, sea la constante.
Los hábitos, son siempre adquiridos y requieren un proceso, el ciclo de sueño es un hábito y debe ser aprendido, depende del método empleado que funcione más o menos rápido.
La alteración en los ciclos de sueño se corrige a medida que el bebé se va desarrollando, no requiere ningún tratamiento médico especial y mejoran en la medida que se emplean hábitos sanos y constantes. Un buen consejo es manejar el baño del bebé, esta instancia suele relajarlo y, si se deja para una hora antes de dormir, ayuda a regularizar los horarios de sueño.