Aprendiendo a moverse por sus propios medios: Gateo y primeros pasos
Gateando y dando sus primeros pasos, el bebé comienza a moverse por sí mismo y a descubrir el mundo desde una nueva perspectiva
Gateando y dando sus primeros pasos, el bebé comienza a moverse por sí mismo y a descubrir el mundo desde una nueva perspectiva
El gateo es una etapa clave en el desarrollo psicomotor del bebé, contribuye a la maduración del tono muscular de la zona abdominal, lumbar, glúteos y cuadriceps. Pero para ello, previamente tendrá que controlar el equilibrio, la coordinación entre manos y pies, aprender a ponerse en cuatro patas, moverse para delante y para atrás presionando con las rodillas, así como fortalecer las piernas y prepararlas para lo que será el próximo logro: caminar.
Gateando, el bebé comenzará a investigar el mundo que lo rodea por sí solo y lo conocerá desde una perspectiva totalmente diferente a la que tenía hasta entonces. De esta manera logrará autonomía, ya no dependerá de mamá para que le alcance el objeto que desea sino que él podrá llegar solo.
Gatear o reptar le posibilitarán trasladarse a su gusto experimentando el contacto con zonas (pisos, alfombras), objetos (muebles, puertas, cajones) nuevos para él y tener una perspectivas distinta de estos. Este ejercicio, motivará su inteligencia otorgándole las primeras nociones de espacio y le presentará pos primeros problemas a resolver: Pasar por estrechos lugares sin golpearse ni quedar atorado.
Como en todas las etapas del desarrollo, no todos los bebés evolucionan de la misma manera. En general, empiezan a gatear entre los 6 y los 10 meses (una vez que logran permanecer sentados sin apoyarse en nada), pero esto depende del estímulo y de sus propios gustos.
A muchos no les agrada gatear, no se sienten cómodos en esta posición y directamente pasan a pararse y caminar. Algunos en cambio, optan por una postura intermedia, se deslizan sobre sus nalgas, otros reptando sobre su abdomen, etc. Lo importante es que el bebé logre desplazarse no la manera en el que lo haga, lo que sería preocupante es que no lograra moverse por sí mismo a esta altura del desarrollo.
En las etapas previas a gatear, el bebé se sienta, levanta la cabeza y observa a su alrededor. Sus brazos y piernas ya tienen la fuerza necesaria para que se impulse hacia delante, se apoye sobre manos y rodillas y comience a balancearse. Pero este aprendizaje será gradual, de estar sentado pasará a ponerse en cuatro patas y balancearse de adelante para atrás pero sin conseguir moverse. De a poco se va a dar cuenta de que presionando con sus rodillas hacia delante puede moverse y más adelante descubrirá que debe mover el brazo y pierna opuesto para conseguir desplazarse. Y llegará un momento en el que pasará con mucha facilidad de estar sentado a andar en cuatro patas y viceversa.
Gatear entrena los reflejos del bebé, que le serán muy útiles durante esta etapa y en adelante para evitar golpes y caídas o aprender a amortiguarlos mejor. Los bebés que han gateado, cuando comienzan a caminar difícilmente al caer se golpeen muy fuerte, esto es porque antes aprendieron a caer de cola y a colocar las manos antes que la cara.
Al principio el gatear mantendrá todos los sentidos del niño alerta, toda su atención estará focalizada en eso. Con la práctica se volverá automático y su atención podrá dirigirse a otros lugares, por ejemplo a adquirir destreza para evitar golpes y caídas. Éstas serán necesarias para su aprendizaje, pero ninguna demasiado importante a tan pocos centímetros del piso.
Para estimular el gateo
- Elegir un espacio donde no haya riegos (esclareas, enchufes, etc.), donde el bebé pueda desplazarse libre pero siempre bajo la atenta mirada de un adulto
- Vestirlo con ropa cómoda que le de libertad de movimientos
- Dejarlo en el suelo y poner juguetes, objetos, etc. a su alrededor para estimular a que se mueva a agarrarlos
- Colocarle obstáculos (cajas, almohadones, etc.) para que aprenda a sortearlos. Esto le dará seguridad, destreza y rapidez
- Permitirle al bebé que satisfaga su curiosidad explorando por todos lados, siempre y que no exista peligro
Aprender a caminar es un proceso que lleva desde los 9 a los 18 meses aproximadamente. Cuando el bebé gatea con facilidad, el siguiente paso es caminar. Entre los 11 y 12 meses logrará pararse con la ayuda de algo y para trasladarse se tomará de los muebles. Consecutivamente se adaptará a permanecer de pie y cuando tenga suficiente equilibrio dará los primeros pasos. Y después a prepararse para corretearlo, porque una vez que logra esa independencia no hay quien lo pare.
Todas las etapas de desarrollo del bebé requieren una mayor dedicación, pero esta se traduce en mayores logros. Es cierto que estimular y fomentar que el bebé gatee y camine, demanda más trabajo y riesgos, que el tenerlo en un corral o sillita. Pero la autonomía, agilidad e inteligencia que desarrolla, valen la pena el esfuerzo. Lo importante es maximizar las medidas de precaución en cuanto a potenciales peligros. Desde que empieza a gatear y luego a caminar, hay que ser muy cuidadoso con lo que está a su alcance.