Hemorragia posparto

Es poco frecuente y puede darse en mujeres que tienen fibromas uterinos, partos largos, etc…

Hemorragia posparto

Todas las mujeres pierden un poco de sangre cuando se desprende la placenta del útero y es expulsada. Generalmente las mujeres a las que se les practica cesárea pierden más sangre que las que tienen parto vaginal. Pero el cuerpo está preparado para esto, ya que durante el embarazo se incrementa en un 50% la cantidad de sangre para así poder compensar esta pérdida.

La hemorragia post parto puede ser temprana, cuando se presenta en las primeras 24 horas posteriores al parto o tardía, cuando se produce dentro de las 6 semanas. Cuando es temprana, el pronóstico es más desfavorable.

La hemorragia post parto es, junto con las infecciones, una de las principales causas de muerte materna.

El sangrado normal que ocurre inmediatamente tras el parto es como consecuencia de los vasos sanguíneos que quedan abiertos en el útero, en el lugar en que estaba adherida la placenta. Cuando ésta se despende, dichos vasos sangran dentro del útero. Una vez que la placenta es expulsada, el útero sigue contrayéndose y los cierra.

Pero hay mujeres que sangran más de lo normal durante el parto y es lo que se llama hemorragia post parto. Esta ocurre un 5% de los partos.

Algunas causas:

  • Desgarros del canal del parto: En partos complicados pueden producirse traumatismos y lesiones, por lo cual es fundamntal revisar el canal de parto liego del nacimiento del bebé. Un sangrado de color rojo brillante y excesivo, puede indicar algún desgarro
  • Fibromas uterinos: En algunos casos favorecen el sangrado porque impiden que el útero se contraiga como debería hacerlo
  • Atonía uterina: Los músculos del útero no se contraen luego de la expulsión de la placenta, lo cual no permite que se cierren los vasos sanguíneos de la zona
  • Retención de restos placentarios: Pueden quedar adheridos residuos de la placenta a la pared del útero y puede producirse la hemorragia ya que el útero no se contrae para evitarla
  • Placenta accreta: Es una complicación poco común en la que la placenta no se desprende porque está implantada a demasiada profundidad dentro del útero. El riesgo de esta complicación se incrementa con las cesáreas y si hay placenta previa
  • Desorden generalizado en la coagulación sanguínea: Las mujeres que han sufrido de esta condición, son más propensas a presentar hemorragia. La misma hemorragia puede causar problemas de coagulación y generar más sangrado

Tratamiento

El tratamiento más efectivo es la prevención de las posibles causas, factores de riesgo.

La administración de oxitocina asegura la contracción del uterino y reduce las pérdidas de sangre.