El chupete - ¿Muy criticado pero..., qué bebé no tiene uno?

El chupete nunca suplirá al pecho materno, es un simple accesorio, una ayuda, un complemento

Bebe con chupete
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La utilización del chupete para consolar, calmar y satisfacer la necesidad de succión del bebé, es una costumbre muy común. La succión es un reflejo del bebé recién nacido, a través del cual obtiene su alimento. Pero también, cuando no es para un fin alimenticio, produce consuelo, complacencia y es parte del normal del desarrollo del niño. El chupete es muy útil para tranquilizar bebé, sin embargo, tiene adeptos y detractores, ventajas y desventajas que deben ser tenidas en cuenta. Y tener claro, que siempre lo mejor es lo natural (el contacto con la madre) y que el chupete no suplanta al pezón materno, simplemente contribuye a serenar al bebé cuando su molestia no se debe al hambre.

Ventajas de los chupetes para bebés

  • Calma y tranquiliza al bebé cuando se encuentra molesto, irritado o con cólicos
  • Permite satisfacer la necesidad de succión y regular los horarios alimenticios. Al principio llora mucho, mama poco, porque aún no aprendió y se cansa, por lo cual si cada vez que llora se lo coloca en el pecho, nunca reconocerá lo que es estar satisfecho, ni lo que es estar hambriento
  • Evitar que se chupe el dedo. Aunque tanto este como aquel cumplen la misma función y tienen, casi, los mismos inconvenientes. Si bien por un lado, el dedo no se cae permanentemente al suelo, ni se pierde en la cuna durante la noche, y su uso es regulado por el bebé que se auto tranquiliza. Por otro, no se puede hacer desaparecer, como el chupete llegado el caso, para terminar con el hábito de succión. Y hay niños que continúan chapándose el dedo hasta que son ya grandes

Desventajas de los chupetes para bebé

  • Podría interferir en la lactancia: Hay estudios que demuestran los efectos negativos del chupete o chupón en la lactancia materna. Succionar el pezón de la madre es distinto al chupete y cuando el bebé está aprendiendo a mamar, ofrecerle chupete o mamadera podría confundirlo o entorpecer la lactancia. Además, al ser más fácil succionar un chupete que el pezón, satisface sus necesidades de succión con éste y no estimula la producción de leche materna. Por eso, no se recomienda utilizar el chupete hasta que la lactancia y la producción de leche sean normales y satisfagan al bebé
  • Podría favorecer el desarrollo de infecciones bucales: La infección más habitual en los primeros meses, es la denominada muguett, producida por hongos. El otro problema de importancia son las caries. Antes era muy común mojar el chupete en azúcar o miel y ponerlo en la boca del bebé. Por supuesto que de este modo se calmaba de inmediato, sin embargo, las consecuencias eran dientes de leche con caries y futuras complicaciones
  • Podría favorecer el desarrollo de anomalías dentarias: El uso habitual del chupete se asocia con mordida abierta, maloclusión y con la formación anormal de las mandíbulas, el paladar y la cavidad bucal
  • Podría favorecer la presencia de infecciones de oído: El uso del chupete podría beneficiar el pasaje de bacterias desde la nariz y la garganta al oído, lo que incrementa el riesgo de otitis

A la hora de utilizar chupetes para bebé tener en cuenta:

  • No ofrecerlo hasta que el bebé haya incorporado la lactancia materna
  • No obligarlo al uso si demuestra disconformidad
  • No mojarlo en azúcar, miel, ni ningún otro dulce, ya que puede favorecer la aparición de futuras caries
  • Utilizar el chupete sólo cuando es la única alternativa para calmar al bebé
  • Esterilizar o limpiar el chupete con frecuencia (cuando se compra uno nuevo y durante los primeros meses una vez al día) porque puede favorecer las infecciones
  • Nunca colgarlo del cuello del niño con una cinta o cadena porque puede producir asfixia
  • Renovarlo con frecuencia (aproximadamente al mes de uso, dependiendo del estado del mismo) ya que se deforman, se rompen y para evitar que se acostumbre a un solo chupete. Por ello, es también recomendable tener siempre uno extra, para alternar o por si se pierde uno
  • Usar sólo chupetes que cumplen con ciertas normas de seguridad (solo una pieza, base grande que impide que entre en la boca del bebé, aro para retirarlo)
  • Suspenderlo antes de que el niño cumpla los 2 años, para evitar las deformaciones dentarias
  • Al momento de suspender el chupete, es recomendable estimular al niño a que lo abandone voluntariamente, sin obligarlo, ni utilizando métodos traumáticos. También es necesario que sea separado de otros hechos importantes, como el comienzo del jardín, el control de esfínteres, etc. Un paso a la vez

La succión es la manera que tiene el bebé de descubrir el mundo durante las primeras etapas de desarrollo, por ello con chupete o sin él, buscará saciar esta necesidad a través de otros objetos (el dedo, por ejemplo). Y el llanto su única forma de expresión. Por ello, si bien la mejor manera de tranquilizarlo es tomarlo en brazos, hay veces en que el chupete puede resultar un salvador.


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