Golpes, caídas y accidentes en mujeres embarazadas
Ante una caída, así como el líquido amniótico lo protege dentro del vientre, tus brazos lo abrazaran protegiéndolo fuera del mismo.
Ante una caída, así como el líquido amniótico lo protege dentro del vientre, tus brazos lo abrazaran protegiéndolo fuera del mismo.
A medida que transcurre y avanza el embarazo, la mujer se encuentra más vulnerable a experimentar caídas y golpes, ya que su centro de gravedad cambia. Al crecer su barriga, su columna se inclina hacia atrás para hacer contrapeso. Todo esto hace que el manejo del cuerpo, la agilidad no sean lo que eran antes.
Mal o bien casi todas las mujeres embarazadas han tenido alguna caída o golpe en el embarazo y en general (salvo excepciones en las que la madre sufre un golpe muy fuerte en la panza), estas no implican mayor riesgo para el feto. Éste se encuentra muy protegido dentro del útero, rodeado por el líquido amniótico que funciona como una suerte de amortiguador de posibles traumatismos (leves y moderados). A esto se le suma, que el instinto materno protector, frente a una caída inminente, inmediatamente atina a proteger de los golpes su panza de embarazada, abrazándola con sus brazos.
Es así que el riesgo de que el feto sufra lesiones significativas como consecuencia de un golpe, una caída o un accidente de su madre, habitualmente, es bajo. Pero en los casos en que el impacto es de gran magnitud (un accidente de tránsito, una atropellada con un automóvil), pone en peligro la salud de la madre, por consiguiente también pone en riesgo la del bebé (desprendimiento de placenta por ejemplo). En estos casos, la vida del bebé podrá salvarse si el embarazo está avanzado y se puede practicar un cesárea de urgencia.
Factores que influyen en las caídas de las embarazadas
La gravedad: Al avanzar el embarazo y aumentar el volumen del abdomen, el centro de gravedad cambia. La mujer tiende a llevar la espalda para atrás, por lo cual la curvatura de la columna se modifica, impidiendo verse los pies y por ende por donde camina. Esto favorece los tropezones y las consiguientes caídas.
Las hormonas: Durante el embarazo, los cambios hormonales afectan las articulaciones, haciendo que la mujer pierda agilidad.
La presión baja: En el transcurso del embarazo, pueden producirse bajones de presión que traen como consecuencia mareos y desmayos.
Tener ciertas precauciones nunca está demás
- Evitar las escaleras y si no es posible, subirlas o bajarlas con muchísimo cuidado
- Evitar los tacos altos
- Evitar los lugares con mucha gente en los que pueda haber empujones, perdidas del equilibrio y caídas
- Ser muy cuidadosa en el baño y en donde el piso pueda estar resbaloso
- No cargar con paquetes muy grandes que dificulten la visión e impidan en caso de tropiezos y caídas, protegerse con las manos
- No andar apurada ni a las corridas, esto puede favorecer los tropiezos
- Utilizar siempre el cinturón de seguridad del automóvil, reduce significativamente las lesiones provocadas por los accidentes de tránsito a las embarazadas