Infertilidad: Un problema de dos

Angustia, culpa, rabia son algunos de los sentimientos que aparecen ante un diagnóstico de infertilidad.

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Foto cortesía de Astig!! - Flickr.com

Culturalmente se espera de una pareja, que después de cierto tiempo haberse consolidado lleguen los hijos. Pero esto no siempre es tan lineal y algunas veces surgen inconvenientes no esperados que hacen que la llegada se vea retrasada. Los primeros meses, no se le da mucha importancia al hecho y en el caso de que no se logre el embarazo, los mismos médicos aconsejan esperar un año, al menos, antes de comenzar a realizar estudios y análisis. A la inquietud y preocupación de la pareja se le suman la presión social: ¿Y los nenes para cuándo?

¿Cuándo se habla de infertilidad?

Se habla de infertilidad cuando una pareja luego de un año de vida sexual activa sin utilizar métodos anticonceptivos no logra el embarazo, o cuando no es posible lograr un embarazo a término con el nacimiento de un niño vivo.

Luego de un año sin lograr el embarazo se recomienda que la pareja vea a un médico especialista que indicará estudios y exámenes para ambos miembros, de los cuales se podrá lograr un diagnóstico.

Una vez que el diagnóstico de infertilidad está confirmado, la pareja recibe información acerca de las diversas técnicas de reproducción asistida o tratamientos necesarios para solucionar el problema.

La tendencia muestra que hay un incremento en los porcentajes de infertilidad debido a múltiples causas entre las que se encuentran:

  • La mujer pospone la decisión de ser madre a edades que su fecundidad es menor
  • Estilos de vida pocos saludables, muy estresantes

Cómo vivencia la pareja el diagnóstico de infertilidad

  • No creen en el diagnóstico o quedan en estado de shock por el mismo
  • Sienten negación ante el mismo
  • Con ansiedad; hay una relación muy estrecha entre la infertilidad y la ansiedad, ya que la primera ocasiona tensión y esta es una causa muy probable de esterilidad
  • Con culpa; es muy habitual que la pareja sienta culpa ante el diagnóstico, que atribuya la causa de la esterilidad a comportamientos anteriores y lo viva como un castigo por ellos. El miembro de la pareja que presenta el problema de infertilidad, suele culparse de privar a su pareja de la posibilidad de tener hijos o tiene miedo de perder el interés de ésta si no logra darle un hijo. Esto evidentemente tiene consecuencias muy negativas para la autoestima y para la energía positiva que hay que poner para que un tratamiento funcione
  • Depresión; son comunes los sentimientos de desesperanza y la incapacidad de disfrutar. Es una respuesta al dolor que implica la infertilidad. Lo cíclico de los tratamientos y el que se alternen sentimientos de esperanza, desilusión y desesperanza hace difícil tener y mantener una actitud positiva
  • Pérdida de control; resulta muy difícil continuar con la vida cotidiana ya que muchos planes quedan pospuestos por los tratamientos. Es importante tener información precisa que ayude a tomar decisiones
  • Con rabia; está relacionada con la sensación de injusticia: “¿Por qué a nosotros?” Y puede aumentar al ver que otras parejas logran embarazos
  • Aislamiento; es muy común que la pareja comience a alejarse de la familia y los amigos porque sienten que no entienden lo que están pasando. En este sentido es aconsejable que compartan experiencias con personas que ya han pasado por la misma situación

Pedir ayuda

Cuando la pareja atraviesa la experiencia de la infertilidad, muchas veces es necesario el apoyo psicológico que ayude a aliviar el dolor.

En muchos países del mundo la clínicas de reproducción asistida cuentan con apoyo psicológico para sus pacientes o en su defecto, el médico tratante ni bien confirma el diagnóstico de infertilidad recomienda a la pareja buscar ayuda psicológica.

Es imperioso que la pareja solicite apoyo psicológico cuando ambos o alguno de los miembros:

  • Manifiesta pérdida de interés en las actividades habituales
  • Manifiesta una persistente depresión
  • Manifiesta tensión en las relaciones interpersonales (mismo en la pareja, con amigos, familiares, compañeros de trabajo, etc.)
  • Manifiesta dificultad para desviar su atención hacia otras cosas que no sea su problema de infertilidad
  • Manifiesta altos niveles de ansiedad
  • Manifiesta falta de concentración, disminución de la habilidad para realizar tareas habituales
  • Manifiesta trastornos del sueño
  • Manifiesta trastornos en la alimentación
  • Manifiesta ideas suicidas
  • Manifiesta sentimientos persistentes de pesimismo, culpa, enojo o amargura
  • Aumenta el consumo de alcohol o drogas
  • Se aísla socialmente
  • Ella, él y la infertilidad

    Cómo vivencia cada pareja y cada miembro de la misma la infertilidad es variable y la manera de enfrentarla dependerá de lo que significa un hijo para cada uno de ellos.

    Para las mujeres, generalmente, por los mandatos culturales hegemónicos, la maternidad es algo que las consagra como tales, que hace a su identidad. Ser madre es inherente a la naturaleza femenina, por lo cual la infertilidad es vivida con mucha angustia, como si les faltara algo para estar completas, como que no son lo suficientemente mujeres sino pueden ser madres. En los hombres en cambio, el sufrimiento pasa más por un cuestionamiento a su virilidad, ya que sienten que van unidas.

    A pesar de lo difícil que parece ser el camino a recorrer ante un diagnóstico de infertilidad, muchas parejas manifiestan salir fortalecidas. Se sorprenden de la fortaleza que hasta entonces desconocían, aprenden a conocerse, a entenderse y a respetar los diversos tiempos y recorridos que implica la paternidad, cuando ser padre se desea con el corazón.