La introducción de la leche de vaca en la dieta del bebé
Debe hacerse después del año de vida para evitar alergias alimentarías
Debe hacerse después del año de vida para evitar alergias alimentarías
Como ya es más que sabido lo ideal para el bebé durante sus primeros 6 meses de vida es la leche materna. Pero hay casos en los que por diversos motivos en lugar de ella debe recibir leche de fórmula, un tipo de leche maternizada con todos los nutrientes esenciales para el bebé.
Razones por las que se recomienda la leche después del año del bebé:
La introducción de la leche de vaca en la dieta del bebé, se recomienda a partir del año de edad del niño por diversas razones:
Causa anemia ferropénica
Hasta el año de vida los bebés beben mucha cantidad de leche. La de vaca contiene poco hierro, por lo cual si toman sólo de esta leche, podrían llegar a padecer anemia ferropénica.
Puede causar microsangrados a nivel intestinal
En bebés de menos de 1 año, la leche de vaca puede causar microsangrados a nivel intestinal, lo que favorece aún más la anemia.
Contiene muchas proteínas
La leche de vaca contiene el triple de proteínas que la leche materna. Esto constituye una sobrecarga muy grande para los riñones del bebé, que tienen que trabajar mucho más para filtrar una cantidad de proteínas para las que no están preparados.
Causa alergias
La leche de vaca es una de las primeras causas de alergia alimentaria en bebés. Hasta los 12 meses el sistema digestivo del bebé, aún no está lo suficientemente maduro como para filtrar a través del intestino cualquier molécula que pretenda penetrar en el cuerpo y causar alergias.
No contiene las grasas beneficiosas para el bebé
La leche de baca no contiene el tipo de grasas más beneficiosas para el desarrollo de los bebés.
Por todo lo dicho, es que la introducción de la leche de vaca en la dieta del bebé debe hacerse recién después del año de vida. La recomendación es que se ofrezca leche entera, debido a que los bebés necesitan la grasa de ésta y para que sea mejor la absorción e vitaminas liposolubles A, D, E y K.
La Academia Estadounidense de Pediatría (AAP) aconseja para que los aportes de calcio y vitamina D sean los adecuados, que se ofrezca de 2 a 2 tazas y ½ de leche de vaca por día.
En bebés que siguen con la lactancia materna más allá del año, si la frecuencia de lactada es buena y además consumen lácteos como yogures o quesos, no es necesario darles leche de vaca. Ya que los aportes de calcio están cubiertos.