Dependencia emocional

Si tu felicidad, tus decisiones, tu bienestar, siempre están determinados por otra persona, entonces padeces dependencia emocional.

mujer con sus manos tapando su cara

Hablamos de dependencia emocional cuando el bienestar, la felicidad y la seguridad dependen de alguien más y no de uno mismo. Es producto de una baja autoestima, consecuencia, en muchos casos, de una infancia rodeada de violencia, abuso o sobreprotección.

El Director Clínico del Instituto Madrid de Psicología, Héctor Galván, explica sobre los dependientes emocionales:

Son personas que pudieron sentir abandono o falta de seguridad emocional en su infancia. También tienen un concepto negativo de sí mismos, la autoestima baja y necesidad de aprobación.

Quien padece dependencia emocional sufre en silencio por el temor que le produce la sola idea de tener que vivir sin el ser de su dependencia. Al igual que otras adicciones, como a las drogas por ejemplo, produce pérdida de control, angustia, alteración de los patrones de conducta. La diferencia radica en que, en lugar de depender de una sustancia, se depende de otra persona.

La psicóloga Rosa Fernández Marcote, miembro de la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD), señala:

La dependencia emocional tiene una parte fisiológica demostrada como la adicción a otras sustancias, en relación a la recompensa y los núcleos cerebrales que se activan. Son los mismos que en la adicción a sustancias…

Señales de alerta

  • Falta de capacidad para tomar decisiones sin la aprobación del otro.

    El psicólogo argentino Santiago Bonomi, dice al respecto:

    …el o la dependiente requiere de consejo permanente para tomar cualquier decisión de la vida cotidiana, necesita la aprobación urgente del otro porque carece de confianza en sí mismo y en sus propias capacidades. La ansiedad producto del temor a la separación los lleva a sostener relaciones desequilibradas y de mucho sufrimiento.

  • Falta de espacios individuales, que cuando son buscados por el otro, se viven como un abandono.

    El Director Clínico del Instituto Madrid de Psicología, Héctor Galván, señala sobre ello:

    …este tipo de actitudes pueden resultar asfixiantes para la otra persona, ya que el dependiente emocional no acepta que el otro pida su espacio.

    Santiago Bonomi, dice sobre este punto:

    …la dependencia conduce al sufrimiento y a conductas patológicas de sumisión que tienen por objetivo evitar a toda costa la soledad y el abandono.

  • Ansiedad ante la ausencia del otro.

    El sexólogo y psiquiatra Walter Ghedin, explica:

    Estas relaciones necesitan imperiosamente que el otro esté presente, no importa cómo, pero que esté. Y no solo por la presencia, sino por el miedo a estar solos, sentimiento que recibe el nombre de ‘ansiedad de separación’.

  • Los más vulnerables: las mujeres y los adolescentes

    Cultural e históricamente, las mujeres han sido educadas para depender económica y emocionalmente de sus parejas. Si bien en la era moderna estas cosas han cambiado, aún en algunos casos, estas costumbres tan instaladas son difíciles de modificar. Es así, que ellas son las más vulnerables para caer en relaciones tóxicas de dependencia emocional.

    Fernández Marcote, así lo explica:

    Cultural e históricamente muchas mujeres han autorizado a sus parejas para llevar las riendas de su vida y han perdido su capacidad de ser autosuficientes, creyendo que necesitan a otra persona para salir adelante. Tiene hasta una parte romántica en la que la mujer piensa que su pareja lo es todo para ella.

    Por otro lado, los adolescentes están en zona de riesgo. Su personalidad en formación, los problemas de autoestima y la búsqueda permanente de aceptación, tan frecuentes en este período, favorecen los vínculos de apego, el tratar de conformar a los demás, lo que lleva a una pérdida de individualidad muy perjudicial.

    Dependencia emocional en las relaciones de pareja

    La dependencia emocional suele darse en distintos tipos de relaciones: padres e hijos, amigos, pero en la que es más frecuente y peligrosa es en las de pareja.

    En estos casos en los que en nombre del amor todo vale, es dónde se abona terreno fértil para que se geste este tipo de apego tan perjudicial para ambos miembros de la pareja. En los comienzos de una relación la pasión, el deseo, el enamoramiento están en su máxima expresión y esa necesidad imperiosa de estar todo el tiempo con el otro, que puede ser normal en estas primeras etapas, podría esconder conductas patológicas de dependencia tóxica.

    Las redes sociales favorecen la dependencia emocional

    En la actualidad existen tantas maneras de controlar al otro a través de las redes sociales, que esta tecnología tan útil cuando es bien utilizada, se vuelve en un arma de doble filo muy peligrosa para el controlador. Así, todo el tiempo puede perseguir a la persona de la cual es dependiente, conocer todos sus movimientos y perpetuarse en este círculo vicioso.

    La doctora Fernández, señala en este sentido:

    La posibilidad de contactar por móvil, internet, chat, y otras redes sociales hacen que la dependencia emocional se convierta en algo más impulsivo por la facilidad en el contacto con la persona tóxica.

    Consecuencias de la dependencia emocional

    Ghedin, dice:

    …las consecuencias de la dependencia amorosa comporta la presencia de celos, violencia psicológica y física, angustia, depresión, deterioro de las funciones parentales, hijos rehenes de los conflictos entre los padres, aislamiento social, postergación de los proyectos personales. La relación se estanca en un comportamiento dañino y reiterativo.

    Rosa Fernández Marcote, señala:

    La dependencia emocional distorsiona a la persona que la padece y varía su comportamiento normal en el entorno laboral, familiar, social y emocional…

    Tratamiento

    Héctor Galván "dice:

    … primer paso para salir de la dependencia emocional es que la persona tome conciencia y comprenda su problema.

    Después será fundamental que el afectado trabaje con un psicólogo aspectos como la autonomía, mejorar la autoestima, aprender a afrontar los miedos y a defender sus propios derechos, voluntades y necesidades.

    Fernández Marco, señala:

    En la actualidad, el tratamiento de la dependencia emocional sigue el mismo esquema que cualquier otro tipo de deshabituación. Por ejemplo, en drogodependencia se funciona con programas de prevención de recaída, manejo de contingencia, alejamiento de la sustancia y recomposición de la vida de la persona de forma independiente en todas las áreas. En dependencia emocional se trabaja de igual forma porque la reestructuración personal y el cambio de hábitos son similares y los resultados son muy satisfactorios.