La habitación de nuestro bebé: Un espacio espacial en qué pensar
Más que un lugar para el pequeño, elegir y decorar el cuarto del bebé tiene la función de preparar el entorno familiar para el nuevo integrante; marca una pauta de comienzo de la relación familiar, un lugar que le será concebido como propio; ciertamente, el comienzo del establecimiento de límites entre las personas y el respeto a su espacio. Por más pequeño que sea, el bebé, el nuevo hermanito, ya tiene su lugar en la casa.
La planificación del espacio del bebé que está por llegar es importante para el entorno familiar. De esta manera, es recomendable aprovechar las ganas de hacer cosas y preparar con tiempo el espacio en donde queremos nuestro hijo se desenvuelva desde sus primeros días, para lo cual habrá que tener presentes ciertos detalles.
Es completamente normal sentir dudas en relación al lugar en el que deberá dormir el bebé durante las primeras noches en que se integra a la vida familiar luego de atravesar por el nacimiento en el hospital, por lo que con la intención de hacerle sentir seguro y no provocarle traumas innecesarios, es completamente aconsejable.
Integrarlo a la intimidad de la pareja poniendo una cuna especial para así estar cerca de él ante cualquier eventualidad, dentro de los cuales se debe contar la necesidad de levantarse en la noche para darle de comer en los horarios que corresponda.
Ahora bien, no necesariamente hay que pensar en la “habitación del bebé” como un gran espacio en el que dormirá y se desenvolverá, pues obviamente es demasiado pequeño como para actuar de forma independiente, sin embargo parece interesante proporcionarle una habitación en la cual recibirá los estímulos necesarios como para comenzar a conocer el mundo de forma tranquila y confiada, evitando choques emocionales fuertes, por lo que se aconseja estar alejados del ruido, las luces fuertes y algún tipo de molestia a los sentidos de este pequeño y delicado bebé.
Habrá que cuidarse de no exagerar con los estímulos que se le proporcionan, pues la idea es que tenga un desarrollo normal y que pueda dormir con tranquilidad si lo precisa, sintiéndose ante todo, muy tranquilo y confiado de que sus padres están junto a él.
Como consejo es inteligente decir que se deben comprar muebles modulares, los que no sólo sirvan para una sola cosa, sino que permitan varios usos como lo sería por ejemplo una cómoda que sirva también como cambiador, entre otras cosas de ese estilo, pues nos beneficiarán bastante la tarea de evitar cosas innecesarias en un lugar donde debe haber espacio en lo posible.
También es de considerar que la etapa considerada como bebé es corta y luego los niños comienzan a caminar y a querer tomar todo lo que ven. Entonces mejor es elegir muebles que estén preparados para una edad más grande del niño, como ser de 1 a 3 años.
Otro de los apartados que deben vigilarse son los relativos a la seguridad del bebé, pues en estricto rigor es el período que atraviesa el niño donde, más allá de tener reflejos involuntarios de tipo defensivos, necesita de atención y resguardo por parte de sus familia.
Es recomendable incorporar protecciones en enchufes, alejar objetos dañinos del bebé, poner vallas en las escalas y ventanas, no poner la cama del bebé cerca de una ventana, proteger las esquinas de los muebles o decididamente prescindir de ellos, usar pisos antideslizantes y evitar al 100% las mascotas en las habitaciones donde se encuentre el bebé.