Niños con necesidades especiales son más abusados en las escuelas
Los niños con necesidades especiales que luchan con problemas médicos o emocionales, tienden a tener más problemas en la escuela y son acosados más frecuentemente que otros niños.
Los investigadores de Poindexter Institute for the Painfully Obvious llegaron a dicha conclusión después de examinar sus anuarios escolares y recordar como pasaron el séptimo grado atrapados en sus armarios mientras que pedían a alguien que les pasen sus inhaladores. Sus conclusiones fueron respaldadas por investigadores del Hospital de Niños de Philadelphia.
De acuerdo con un informe de U.S. News & World Report, los investigadores hicieron seguimiento a más de 1.450 niños del cuarto al sexto grado de 34 escuelas rurales en Estados Unidos. Una tercera parte de los niños tuvieron problemas tales como asma, dolor crónico, déficit de atención con hiperactividad (TDAH), problemas de aprendizaje, y problemas emocionales y de conducta.
Dichos niños fueron más propensos a ser abusados o sentirse emocionalmente aislados. Estas conclusiones fueron confirmadas por cada persona que alguna vez atendió el sistema de educación pública estadunidense.
“La salud afecta el rendimiento escolar”, dijo el investigador principal Christopher Forrest a U.S. News. “Las necesidades especiales de salud tienen múltiples efectos en los resultados escolares que incrementan la posibilidad que estos niños no atraviesen por una transición exitosa hacia la adultez”.
Los investigadores obtuvieron datos de los niños y sus padres por medio de un cuestionario. Los niños fueron clasificados como de necesidad de cuidado especial de salud si tuvieron una condición por lo menos 12 meses y necesitaron medicamentos, terapia, consejería u otros servicios.
Los registros de asistencia a la escuela, calificaciones y exámenes estandarizados también fueron analizados.
Los niños con necesidades especiales de salud “tienen diferencias significativas en la escuela y sus relaciones escolares, tanto como en los logros académicos”, añadió Forrest. “Esto establece una trayectoria para aquellos niños que son altamente preocupantes”.
Las comunidades pueden ayudar si logran ver al niño en su totalidad, dijo el investigador.
También creo que este es el tipo de desafío que estamos empezando a entender en el siglo 21”, dijo Forrest. “Tenemos que ver al niño como una persona entera… y reconocer que los individuos necesitan sistemas de salud y educación para trabajar juntos.