Importancia del ultrasonido en el embarazo
La primera ecografía, realizada en el momento de sospechar embarazo -o ya confirmado previamente con otro tipo de test- nos enfrenta a la realidad de saber que en el interior de nuestro vientre, esta creciendo un nuevo ser humano.
Este procedimiento se denomina diagnostico por ultrasonido y sirve para examinar al nuevo ser. El término ultrasonido, proviene de la forma en la que transmite la información. Ondas sonoras inocuas que, literalmente “dibujan” el nuevo ser dentro de la madre, para ser recreadas en una pantalla. Un antiguo descubrimiento de un científico llamado Doppler, de donde toma su nombre y que, bajo esta aplicación consiste en un conductor que transmite las ondas desde el cuerpo y las transforma en imágenes y sonido.
El diagnóstico por ultrasonido, permite la comprobación del proceso de formación del bebé, también con este procedimiento es posible detectar precozmente anomalías que pueden dar lugar a enfermedades muy graves del niño y entregar información para su evaluación de la frecuencia cardiaca, el peso y la talla, la formación de los órganos y, en definitiva, determinar si el embarazo se desarrolla de forma correcta.
Existen detractores del método que aseguran su nocividad para el bebé, sin embargo tras más de 40 años de uso continuado y frecuente, no se ha descubierto ningún caso de enfermedad o problema relacionado con la exposición al ultrasonido. Las ecografías, como también suelen llamarse, están institucionalizadas, e incluso, se recomiendan como "obligatorias" en los sistemas de control de sanidad de la gestante en una gran mayoría de países.
¿Cuántas ecografías se deben realizar?
Durante los nueve meses de embarazo, el ginecólogo realizará, si no hay ningún contratiempo, un total de 4 ó 5 ecografías repartidas entre la primera para confirmar el embarazo, aproximadamente a las 12 semanas, la segunda para determinar la ausencia de translucencia nucal, síntoma de un posible síndrome de Down. En la semana 16 se realiza la tercera, donde se escucha el latido cardiaco de forma activa, Ya en la semana 20 vendrá la cuarta, donde se verá el sexo del bebé y finalmente en las últimas semanas algunos ginecólogos realizan otra para comprobar las dimensiones del bebé. Aunque tanto la ecografía de sonoluscencia nucal como la ecografía estructural (se realiza en la semana 22) suelen hacerse como rutina en casos de madres de más de 35 años pero no se hacen en todos los casos.
¿Cómo se realiza una ecografía?
El examen es absolutamente indoloro y se lleva a cabo en una sala donde la mujer se tiende en una camilla y le es aplicado un gel en el vientre a la altura del ombligo. El ginecólogo desliza el conductor por el vientre y la imagen y el sonido aparecen en un monitor que muestra las mediciones requeridas y las evaluaciones llevadas a cabo.
Una vez que se comprueba que todo está en orden el ginecólogo le entrega un informe con las comprobaciones realizadas y las fotografías que acreditan el estado del bebé.
Prevención y diagnóstico, claves de la ecografía
Es muy importante realizar las ecografías que determine el ginecólogo tratante. Entre las anomalías que se pueden detectar nos encontramos con:
- Síndrome de Down
- Malformaciones en el tubo neutral (espina bífida)
- Malformaciones físicas
- Malformaciones cardiacas
- Ausencia de formación de órganos
- Crecimiento excesivo
- Anomalías cerebrales
Es imprescindible detectar precozmente cualquier anomalía del feto en el embarazo; muchas enfermedades pueden ser tratadas desde antes de producirse el nacimiento y estando en el vientre materno, cuanto antes se conozcan, antes pueden combatirse.