Los errores más comunes que se cometen al alimentar al niño
Introducir la leche de vaca demasiado pronto, dar demasiados lácteos, ofrecer jugos envasados…
Introducir la leche de vaca demasiado pronto, dar demasiados lácteos, ofrecer jugos envasados…
La alimentación infantil es una de las cuestiones de mayor preocupación para los padres. Y al poner tanta atención en este tema y en el afán de hacer lo mejor, muchas veces se cometen grandes errores.
Dar la leche de vaca antes de los 12 meses
Hay casos en los que el bebé no se alimenta con la leche de su madre y en vez de darle leches maternizadas se les ofrece leche de vaca. Esto puede deberse a razones económicas, ya que ésta última es mucho más económica que las otras. Sin embargo, las razones para no darle al bebé leche de vaca antes de los 12 meses son más fuertes. Entre ellos que la leche de vaca puede causar alergias alimentarías en bebés que aún no tienen su sistema digestivo lo suficientemente maduro, que tiene demasiadas proteínas que el pequeño no necesita, etc.
Ofrecer al bebé más de 3 productos lácteos al día
La sociedad occidental considera a la leche como un alimento esencial y la principal fuente de calcio. Esto lleva a que muchas familias ofrezcan al niño demasiada cantidad de productos lácteos como leche y derivados (yogures, pudins, queso, etc.), dejando de lado otros alimentos esenciales. Además el abuso de lácteos puede conducir al estreñimiento y cólicos abdominales.
Siempre optar por los postres lácteos
Esto se une al punto anterior, ya que las familias tienden a creer que un postre lácteo alimenta mejor al niño. Sin embargo, si se le han ofrecido en el día ya lácteos suficientes, lo mejor a la hora del postre quizás es optar por una fruta. Por ejemplo las que aportan vitaminas como la C (cítricos) que ayudan en la asimilación del hierro.
Ofrecer siempre alimentos blandos
Hay una tendencia por parte de las familias a dar al bebé y niño pequeño alimentos blandos por temor a que se atraganten. Sin embargo, el consumo de alimentos de consistencia dura, ayuda a que trabajen las mandíbulas y los dientes, favoreciendo el desarrollo de los músculos de la cara y la masticación.
Ofrecer zumos de fruta envasados
Los zumos de frutas son muy buenos para los niños y bebés pero los naturales no los envasados. Éstos últimos contienen colorantes y conservantes artificiales, mucha azúcar y sólo entre un 5% y un 8% de fruta, el resto es agua. Por todo ello, el valor nutricional de este tipo d productos es bastante bajo.