El bebé de 6 meses de edad
A los seis meses el desarrollo del bebé marca un punto de inflexión con respecto a los anteriores. Se producen cambios significativos en su alimentación (empieza a comer y beber jugos de fruta), en sus movimientos (algunos precoces comienzan a gatear que es el paso previo a ponerse de pie y caminar) y en su boca (aparecen los primeros dientes).
En esta etapa del crecimiento del bebé, éste alcanza cada vez más autonomía e independencia en sus movimientos. Ahora puede girar la cabeza fácilmente en la búsqueda de algo que llama su atención, gracias a que los músculos de su cuello están más fuertes y a que su aparato auditivo ha madurado. Esto le permitirá a su vez, diferenciar una voz amigable de una que no lo es y reconocer cuándo su mamá, papá, etc., le habla cariñosamente y cuándo no.
En este período también gira de un lado a otro sin ninguna dificultad, por lo cual hay que tener especial cuidado de que no caiga al suelo al mudarlo, por ejemplo. Si se lo sienta, posición que a la mayoría gusta mucho, se mantiene firme en esa postura. Agarra los objetos con sus manos, los pasa de una a otra, se los lleva a la boca, los arroja al suelo y esto le resulta muy divertido.
Por un lado por el ruido que se produce y por otro porque le gusta que lo levanten se lo alcancen, volverlo a tirar y así sucesivamente. Suele mover la manito imitando el gesto de adiós y del aplauso. Puede sostener la mamadera con ambas manos, aunque aún no consigue llevarla a la boca.
En lo que refiere a la interacción social del bebé de seis meses, cada vez gusta más de interactuar con su entorno, no sólo disfruta que los demás se comuniquen con él, sino que él mismo intenta llamar la atención a través de sonidos, balbuceos, risas, gritos, etc.
También realiza sonidos en respuesta a un estímulo (por ejemplo una carcajada ante un mimo de su madre) y responde a su nombre girando la cabeza cuando se lo llama. Se siente inseguro y desconfiado ante la presencia de extraños y percibe rápidamente la ausencia de sus padres lo cual puede provocar su angustia y expresarla a través del llanto. Estira sus brazos para ser levantado cuando alguien de la familia se le acerca.
El lenguaje de un bebé de seis meses es cada vez más variado, repite y entona, como si cantara, algunas sílabas. Mira a la persona cuando le “habla en su idioma de bebé”.Es muy importante acompañar este diálogo tanto con las palabras como con la mirada, de ese modo sentirá que lo que está haciendo es realmente importante y eso lo animará a seguir adelante.
Algunos bebés más inquietos es probable que en este período comiencen a gatear, para estimularlo es bueno ponerlo en cuatro patas colocando la palma de la mano en la plata de sus pies para impulsarlo hacia delante. Este es el paso previo a caminar ya que una vez que gatean, luego se paran y caminan agarrándose de todo lo que encuentran y así comienzan a trasladarse de un lado a otro.
Sin duda que a los seis meses un paso importante en el desarrollo del bebé es empezar a comer. Hay algunos pediatras que indican este comienzo antes, algunos a los cuatro meses, otros a los cinco, pero en general hay consenso en los seis meses. Su aparato digestivo está preparado y maduro para recibir alimentos. Este es un gran desafío tanto para el bebé como para los padres. Hay que tener mucha paciencia ya que los sabores deben ir incorporándose de a poco y pese a que los padres suelen ponerse muy ansiosos en este proceso, es necesario tener calma. Probablemente al principio el bebé rechace los nuevos sabores y le lleve algún tiempo acostumbrarse a ellos.
El juego en esta etapa, como en las otras de la vida del bebé y posteriormente del niño, es fundamental para su conocimiento del mundo. Ahora todos sus sentidos están alerta y comienza a percibir lo interesante que es todo lo que lo rodea. Estimularlo ofreciéndole diferentes tipos de juguetes de variadas formas, tamaños, materiales y texturas es una buena manera de ayudarlo en su descubrimiento del mismo.