El concepto de justicia no es solo una enseñanza social
Hay un reflejo neurológico, zonas del cerebro que procesan y valoran las recompensas.
Hay un reflejo neurológico, zonas del cerebro que procesan y valoran las recompensas.
Según los resultados de un estudio realizado por un grupo de investigadores del Instituto de Tecnología de California en Pasadena y del Trinity College en Dublín, publicado en la revista Nature, el sentido de justicia y de equidad, no se basa únicamente en una convención, una enseñanza social o moral, sino que hay un reflejo neurológico, existen áreas del cerebro (el striatum ventral y la corteza prefrontal ventromedial ) en las que se generan estos sentimientos; zonas en las que se procesan y valoran las recompensas.
Según pudieron observar los investigadores en el estudio, la respuesta de las áreas del cerebro que procesan la recompensa es más fuerte cuando la persona recompensada es alguien que lo necesita más.
Las recompensas, como por ejemplo, música agradable, comida, dinero, son procesadas en el cerebro creando respuestas positivas en las zonas de la corteza ventromedial prefrontal (CVMPF) y el cuerpo estriado ventral
Para el estudio, los investigadores distribuyeron a los 40 participantes voluntarios en parejas y se les presentó distintos escenarios de transferencia económica, mientras su cerebro era escaneado con un escáner de resonancia magnética, el propósito de observar como reaccionaban las áreas del CVMPF y el estriado ventral.
Uno de los escenarios planteados fue darle 50 dólares a uno y 20 al otro de los participantes; en otro a uno s ele daban 5 y al otro 50, mientras el escáner examinaba como respondía el cerebro de cada uno de ellos durante estos intercambios monetarios.
La asignación de dinero dentro de la pareja era aleatoria: Uno de los voluntarios recibía una cantidad más importante de dinero que el otro y la manera en que respondían los centros de recompensa en el cerebro, dependía si existía ventaja o no con respecto a la pareja. El cometido era observar las valoraciones de cada uno de los participantes hacía sobre el dinero que había recibido él y su pareja.
El cerebro de los que comenzaban recibiendo poco dinero, reaccionaba más fuerte cuando se les daba el dinero a ellos y no lo hacían cuando se le daba a sus compañeros y lo que llamó poderosamente la atención a los investigadores, según lo señaló Colin Camerer, del Instituto de Tecnología de California y coautor del estudio, fue que los que al comienzo recibian más dinero reaccionaban más fuertemente cuando sus compañeros recibían más dinero que cuando lo recbían ellos. Lo que demostraría que les parecía más justo que sus compañeros recibieran el dinero porque lo necesitaban más que ellos, que obtenerlo ellos mismos.
Una de las explicaciones posibles, es que la serotonina, un químico del cerebro que contribuye a controlr elestado anímico, ayuda a la incomodidad que se siente al ver una injusticia. El experimento demostró que a medida que disminuye la serotonina, se reacciona con más fuerza ante la inequidad.
Recomendaciones para inculcar el sentido de justicia en los niños
Elizabeth Tricomi, profesora asistente de psicología en la Universidad de Rutgers, dice que desde una perspectiva evolucionista tiene sentido lo que arrojó como resultado el estudio, ya que al colaborar todos en función de los demás, se obtienen mejores resultados que cuando se piensa sólo en el beneficio propio.
Tricomi da una serie de recomendaciones a la hora de educar a los hijos acerca de la justicia:
- Aceptar cuando algo no les gusta: Hay cierta evidencia de que la repugnancia moral puede desarrollarse a partir de la repulsión a determinados alimentos. Por ello, es bueno fomentar a los niños a que manifiesten sus gustos y no obligarlos a aceptar algo que no les gusta
- Capacitarlos: Tricomi sostiene que por más que el cerebro tenga la capacidad innata de discriminar lo justo de lo injusto, es muy importante educar acerca del sentimiento, del valor de la justicia