Síndrome mano-pie-boca

Enfermedad viral muy común en niños en edad preescolar que se caracteriza por ampollas en el interior de la boca.

Síndrome mano-pie-boca

El síndrome mano-pie-boca o la enfermedad de coxsackie es una enfermedad viral muy frecuente en los niños en edad preescolar, aunque también puede presentarse en niños más grandes y en adultos. Es más común en las épocas de verano y otoño.

La causa es de origen viral, el virus más común es el Coxsackie. En general los niños se recuperan al cabo de unos 10 días, sin tratamiento. Pero en casos poco frecuentes, puede derivar en una encefalitis o meningitis viral.

Al ser viral es una enfermedad contagiosa que puede propagarse a través de las secreciones producidas al toser, estornudar o reír, del líquido de las ampollas o de las deposiciones. Es más contagiosa en la primera semana en la que aparecen los síntomas, pero puede ser contagiándose en las semanas siguientes.

Síntomas

  • Fiebre
  • Falta de apetito
  • Dolor de garganta
  • Malestar generalizado
  • Irritabilidad
  • A los pocos días del comienzo de la fiebre, aparecerán llagas dolorosas en boca, lengua, interior de las mejillas, encías
  • Sarpullido en las palmas de las manos, las plantas de los pies y posiblemente en las nalgas. Aparece en forma de pequeños puntos de color rojo sin relieve que pueden convertirse en ampollas o bultos y no causan comezón

Cuidados y tratamiento

El tratamiento es sintomático, es decir consiste en tratar de aliviar los síntomas y dejar que la enfermedad siga su curso y cure por sí sola.

Es importante controlar los signos de deshidratación (boca seca, varias horas sin mojar el pañal u orinar), puesto que las llagas de la boca pueden causar dificultades para beber líquidos y alimentarse y en consecuencia favorecerla. En caso de aparecer síntomas, consultar de inmediato al médico.

Si el cuadro es leve, los cuidados son menores, controlar la temperatura para prevenir las convulsiones, que si bien son poco comunes pueden darse en algunos casos y ofrecer líquidos y alimentos.

Cuando el cuadro es más grave, es importante tener cuidado de no ofrecer alimentos salados, condimentados ni ácidos por el dolor de las llagas. Lo recomendable es ofrecerle alimentos blandos y suaves.

Los helados y bebidas frías pueden ayudar a aliviar el dolor de las llagas de la boca. Para esto también puede administrarse la dosis adecuada según la edad y previa indicación médica, de ibuprofeno o paracetamol.

Otra forma de aliviar el dolor transitoriamente, es humedecer un hisopo de algodón con una mezcla en partes iguales de antihistamínico líquido y antiácido líquido y aplicar en el interior de la boca del bebé.

No se indica tratamiento antibiótico, ya que se trata de una enfermedad viral y lo único que pueden llegar a hacer éstos es bajar las defensas y agravar la enfermedad.