Dolor pélvico crónico
El dolor pélvico crónico es un dolor en la pelvis que puede tener diversas causas, una de ellas puede ser la enfermedad inflamatoria crónica, la endometriosis, entre otras. En algunos casos la causa es una sola, en otras son varias y en ciertas oportunidades no se encuentra una causa clara.
El dolor pélvico crónico es un dolor en la pelvis que puede tener diversas causas, una de ellas puede ser la enfermedad inflamatoria crónica, la endometriosis, entre otras. En algunos casos la causa es una sola, en otras son varias y en ciertas oportunidades no se encuentra una causa clara.
El dolor pélvico crónico es un dolor en la zona pélvica que se prolonga por lo menos durante 6 meses, que puede ser constante o intermitente y que en algunos casos puede ser incapacitante.
De acuerdo con el departamento de Suelo Pélvico de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, aproximadamente, un 15% de las mujeres en edad reproductiva padecen dolor en la pelvis.
Causas y factores de riesgo
El dolor pélvico crónico puede tener distintas causas médicas. Algunas pueden no estar asociadas con los órganos reproductivos, sino con los intestinos o las vías urinarias. Existen casos en los que puede haber más de una condición que produzca el dolor y otros en los que no es posible determinar el origen.
Parecería existir una relación entre este tipo de dolencia, la depresión y el abuso o la violencia física y/o sexual (aproximadamente un 50% de las mujeres que padecen dolor pélvico crónico tienen antecedentes de maltrato). Sin embargo, nunca son los únicos causantes y siempre deben considerarse además las casuales físicas, entre ellas:
- Ovulación.
- DIU: dispositivo intrauterino que funciona como método anticonceptivo.
- Dismenorrea primaria: se trata de períodos menstruales dolorosos.
- Enfermedad inflamatoria pélvica: inflamación o infección de los ovarios, útero y otros órganos reproductores femeninos.
- Quiste producto de restos ováricos que quedan luego de una histerectomía completa.
- Fibromas: tumores benignos frecuentes en las mujeres en edad fértil.
- Endometriosis: tejido del interior del útero que crece hacia fuera del mismo.
- Síndrome de congestión pélvica: dolor crónico en la pélvis.
- Malposición uterina.
- Adherencias pélvicas: tejido cicatricial que se desarrolla entre los órganos de la pelvis y puede causar infertilidad.
- Síndrome premenstrual: síntomas que se manifiestan algunas semanas antes de que se produzca el período menstrual.
- Problemas musculoesqueléticos: suelen afectar las extremidades superiores como espalda, hombros y cuello y afectan a millones de personas en edad laboral en Europa.
- Cistitis intersticial: afección que produce malestar y dolor en la vejiga y urgencia por orinar.
- Enfermedad de Crohn: es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta el tracto intestinal.
- Colitis ulcerosa: inflamación del colon y recto.
- Divertículos: inflamación de las pequeñas bolsas que están en la pared interior del intestino.
- Síndrome del intestino irritable: es un trastorno gastrointestinal que causa distensión, gases, fuerte dolor en el abdomen, estreñimiento y diarrea.
Síntomas
- Dolor constante y penetrante.
- Dolor punzante y calambres.
- Dolor intermitente.
- Presión en una zona pélvica profunda.
- Dolor durante las relaciones sexuales.
- Dolor al permanecer sentado por largos períodos de tiempo.
- Dolor al mover el intestino u orinar.
Tratamiento
- El tratamiento va a depender de la causa del dolor pélvico crónico.
- Algunas opciones de tratamiento incluyen el detener la ovulación con la ayuda de anticonceptivos vía oral o inyectables para tratar la dismenorrea y la endometriosis.
- Realizar ejercicios de relax, de control del estrés, fisioterapia o la biorretroalimentación (uso de dispositivos electrónicos para controlar las emociones).
- Analgésicos antinflamatorios.
- Antibióticos para tratar la enfermedad inflamatoria pélvica.
- Inyecciones abdominales en la zona para bloquear el dolor.
- Tratamiento psicológico: puede ayudar como una parte de un tratamiento más general que incluya otros tratamientos específicos, sobre todo cuando hay antecedentes de abuso o maltrato.
- Cirugía: en casos muy poco frecuentes se requiere recurrir a ella para cortar o destruir los nervios causantes del dolor bloqueándolos para imposibilitar que las señales del dolor alcancen los tejidos.