Tétanos

La mejor prevención de la enfermedad es seguir el cronograma de vacunación de los niños

Tétanos

El tétanos o trisno, es una enfermedad bacterial muy grave que afecta a los músculos y al sistema nervioso y se produce como consecuencia de una herida, un corte cutáneo que se contamina con la bacteria Clostridium tetan, que está habitualmente en la tierra, en los suelos contaminados con heces, estiércol, etc.

Al ingresar las bacterias al cuerpo actúan como veneno provocando rigidez, espasmos musculares generalizados, que comienzan en el área de la mandíbula y el cuello, propagándose después a través del torrente sanguíneo y del sistema linfático a otras zonas del cuerpo. Esta enfermedad si no es tratada puede provocar la muerte.

El tétanos es una enfermedad poco común en los Estados Unidos (anualmente se presentan unos 50 casos en EE.UU.) y en otros países que cuentan en sus cronogramas de vacunación, con la vacuna contra el tétanos. Pero en aquellos en que la vacunación contra la enfermedad no forma parte de sus programas de inmunización, es más frecuente.

La gran mayoría de los casos de tétano son a causa de un corte, una herida, una lesión, una pinchadura con agujas contaminadas (las que se utilizan para drogas intravenosas o tatuajes) en personas que no han sido inmunizadas (vacunadas), que al ser tan pequeña e insignificante pasa desapercibida o se le resta importancia.

Hay otra forma de tétanos, denominada tétano neonatal, que es muy poco habitual y ocurre en recién nacidos que nacen en lugares poco higiénicos, cuando el cordón umbilical se contamina al ser cortado y cuyas madres no han recibido la vacuna contra la enfermedad, ya que la vacuna contra el tétanos que forma parte del cronograma de vacunación, genera anticuerpos que son pasados de madre a hijo protegiéndolo e inmunizándolo.

Síntomas

Los síntomas suelen aparecer, aproximadamente, unos 8 días después de que se ha producido la infección. Estos incluyen:

  • Rigidez de los músculos de la mandíbula (llamada trismo)
  • Rigidez en el cuello, hombros y espalda
  • Dificultades para tragar
  • Espasmos
  • Rigidez en la musculatura abdominal
  • Sudoración
  • Fiebre

Tratamiento

Cuando un niño desarrolla tétanos, recibe tratamiento hospitalario, generalmente, en cuidados intensivos. Se le administran antibióticos para eliminar las bacterias y inmunoglobulina antitetánica (TIG) para anular la acción de la toxina que las bacterias han propagado. También es probable que reciba fármacos para controlar los espasmos musculares.

Complicaciones

  • Espasmos de las cuerdas vocales y/o de los músculos que se utilizan para respirar lo cual provoca una interferencia, una dificultad para realizar dicha acción
  • Fracturas de la columna vertebral o de los huesos largos a causa de la rigidez de los músculos
  • Hipertensión
  • Coma
  • Latidos del corazón anormales
  • Infección generalizada
  • Neumonía
  • Coagulación en los vasos sanguíneos pulmonares
  • Muerte (se da en el 11% de los casos, sobre todo en personas de más de 60 años y en individuos no inmunizados)

Prevención

La manera más efectiva de prevenir el tétanos es la vacunación, es decir cumplir con el cronograma de vacunación infantil de 0 a 6 años, del cual la vacuna triple bacteriana (difteria, tétano y tos convulsa) forma parte. El cronograma incluye una serie de cuatro dosis antes de que el niño cumpla los dos años, una de refuerzo entre los 4 y los 6, y otra entre los 11 y 12. En la adultez se debe aplicar un refuerzo cada 10 años.

La profilaxis luego de la exposición a la bacteria Clostridium tetan, también incluye la administración de vacunas, que se aplican teniendo en cuenta la fecha del ultimo refuerzo, de la cantidad de vacunas antitetánicas que la persona ha recibido a lo largo de su vida y del tipo de herida o lastimadura.

El tétano neonatal puede prevenirse mediante la administración de la vacuna antitetánica a todas las embarazadas; buenas medidas de higiene al momento del parto y cuidados debidos del cordón umbilical.

La limpieza e higiene de cualquier herida de la piel (sobre todo de las profundas y punzantes) es una medida más de prevención, aunque es importante tener presente que la limpieza no sustituye a la inmunización contra el tétanos.