Guía para hacerle masajes al bebé
Masajear al bebé es una forma maravillosa de demostrarle amor y protección ayudándolo a aliviar ciertas molestias
Masajear al bebé es una forma maravillosa de demostrarle amor y protección ayudándolo a aliviar ciertas molestias
Realizar masajes al bebé, es una excelente forma de establecer un contacto con él, de propiciar un encuentro, un espacio de juego, ternura y mimos en el que se estreche el vínculo padres - hijo. Pueden efectuarse, aproximadamente, después del mes de nacido; lo fundamental es hacerlo con amor, dedicación y suavidad. Ya que además de otorgar beneficios físicos al bebé, brindan muchos emocionales. Los masajes contribuyen al desarrollo de la coordinación motora del bebé, de sus músculos y de la percepción general del espacio exterior. También aumentan su autoestima, satisfacen su necesidad de protección y la confianza en sus padres.
Beneficios de los masajes para bebés
Favorece y contribuye en la relación con los padres, reforzando la comunicación afectiva. Miradas, sonrisas, contacto físico, caricias, olores estimulan al bebé y crean un estrecho vínculo de confianza con los padres.
Los masajes son ideales para practicar en bebés prematuros, ya que estimulan el crecimiento y desarrollo. Estos perciben el tacto pasadas las seis semanas de vida, por ello un suave masaje es muy favorable. Está demostrado además, que los bebés prematuros que han recibido masajes estando internados, crecen más rápidamente que los que no.
Contribuye a regularizar las funciones respiratoria, circulatoria y digestiva. Con los masajes se puede aliviar las molestias producidas por los cólicos y los gases (tan molestos para el bebé durante los primeros meses de vida).
- Favorece el sueño tranquilo y profundo del bebé, al relajar sus músculos y la flexibilidad de sus articulaciones
- Estimula el sistema inmunológico
- Favorece un mejor desarrollo del sistema nervioso
- Aumenta la autoestima del bebé
- Ayuda a calmarlo cuando está nervioso o inquieto
- El bebé disfruta del masaje
Crear una atmosfera ideal para los masajes
- Antes o después del baño puede ser un buen momento ya que está sin ropita
- Antes de dormir es muy propicio porque dormirá más relajado
- Escoger un lugar tranquilo en el que nada ni nadie interrumpa
- Aclimatar la habitación, la temperatura debe permitir que el bebé esté desnudito y no se enfríe
- Una música suave contribuirá a crear un ambiente calmo
- Poner una almohada, almohadones, una frazada cubierta por una toalla o algo en el suelo para acostarlo encima. Siempre es conveniente tener a mano con que cubrirlo por si se enfría y con que secarlo por si se orina
- O en el suelo, acomodarlo sobre las piernas cruzadas
- Frotar las manos para calentarlas antes de comenzar con el masaje
- En ese momento toda la atención debe estar depositada en el bebé, por ello relajarse y focalizar en darle masajes a él es lo único importante
Cuándo no es conveniente darle masajes al bebé
- Antes de la comida (si tiene hambre no podrá disfrutar el masaje) o después de la misma (si está con la panza llena podría vomitar)
- Luego de haber sido vacunado (puede estar molesto o dolerle el lugar de la vacuna)
- Si tiene fiebre, gripe, un resfrío fuerte o alguna otra dolencia
- Si lo notas incómodo o molesto con el masaje, lo mejor es suspender, no forzarlo
Cómo hacer masajes al bebé
Lo ideal es que los masajes de bebé se realicen como una rutina diaria. Lo primero es acomodarse en un lugar especialmente acondicionado para dicho fin. Segundo, previo al contacto físico a través del masaje, establecer un contacto visual con el bebé en el que las miradas se encuentren y se estudien por unos segundos.
Tercero proceder al masaje, para lo que se puede ayudar de algún aceite especial de bebés. Pero es importante realizar una prueba de sensibilidad para descartar una posible reacción alérgica. Para ello, es necesario poner un poquito del aceite en la muñeca o tobillo del bebé y dejarlo actuar por 24 horas, si dentro de ese tiempo no pasa nada, se puede utilizar para los masajes. Eso sí es preciso ponerlo primero en la palma de las manos y luego en la piel del bebé.
- Empezar con el masaje de arriba hacia abajo
- Acariciarle primero el rostro con suaves movimientos circulares, luego la frente, las mejillas e ir bajando
- Masajear sus brazos, desde los hombros hasta los dedos, estirándolos delicadamente
- Seguir por el pecho deslizando las manos desde el centro hacia ambos lados
- Al llegar a la zona del abdomen masajear en el sentido horario, si tiene gases o cólicos esto lo aliviará
- Masajear las piernas del mismo modo que se hizo con los brazos
- Al llegar a los pies, realizar presión con el pulgar sobre la planta
- Colocarlo boca abajo y masajear muy suave su espalda
Es fundamental que durante toda la sesión se acompañen los masajes con miradas, mimos, risas, cantos y charlas, que manifiesten todo el amor que hay detrás de este acto.