Síndrome de la cuna con pinchos
Cuando llevamos al bebé a la cuna y apenas al acercarlo al colchón o apoyarlo en él comienza a llorar desconsoladamente, no significa que le pase algo grave, sino que padece el síndrome de la cuna con pinchos o lo que es lo mismo: no quiere estar solo.
Cuando llevamos al bebé a la cuna y apenas al acercarlo al colchón o apoyarlo en él comienza a llorar desconsoladamente, no significa que le pase algo grave, sino que padece el síndrome de la cuna con pinchos o lo que es lo mismo: no quiere estar solo.
El sueño del bebé es un tema largamente analizado y del que se ha hablado y escrito mucho. Incluso existen diferentes teorías, métodos para favorecer su buen descanso y que el bebé duerma toda la noche. Una situación muy común, por la que todos los padres han pasado en algún momento de los primeros meses, es que el bebé se duerme en brazos y al momento de querer dejarlo en su cuna comienza a llorar desconsoladamente. Incluso hay quienes dicen que pareciera que tiene un sensor de altura, porque ni bien se le comienza a bajar ya desata en llanto. Esto recibe el nombre de síndrome de la cuna con pinchos o síndrome de la cama con pinchos. La denominación, obviamente, hace alusión al que a que, al apoyar al bebé, pareciera que hubiera unos pinchos en la cama que fueran los responsables de su llanto desgarrador. Sin embargo, nada de eso ocurre y las causas son otras.
Armando Bastida enfermero de pediatría en el Centro de Atención Primaria EST de Terrassa, en Barcelona, España dice al respecto:
Un "problema" muy habitual en la consulta es este... me dicen que el bebé llora bastante, que pide a todas horas, que se queja cuando come, que es dejarlo y despertarse enseguida para comer otra vez...
Miras el peso y ves que ha hecho lo normal, más o mucho más... hambre no puede ser. Y vas indagando hasta que te das cuenta de que es algo más simple: el síndrome de la cuna con pinchos, o lo que es lo mismo: no le pasa nada... solo es que no quiere estar solo.
Casas del síndrome de la cuna con pinchos
- El bebé pasa todo el embarazo dentro del útero materno escuchando su corazón, su voz, sintiendo su olor y al nacer asocia todas esas sensaciones que le producen estar en los brazos de su madre junto a su pecho, con esa seguridad y confort que tenía antes de nacer. Es así que al alejarlo de ella y colocarlo en la cuna, siente una sensación de inseguridad que le lleva a llorar muy angustiado.
- Otro factor que influye en el síndrome de la cuna con pinchos, son las fases del sueño por las que atraviesa el recién nacido mientras duerme. A diferencia de los adultos que pasan por 5 fases durante el sueño, éste pasa sólo por 2. La Fase REM de un sueño profundo y la No- REM, de un sueño liviano, superficial, muy expectante a los cambios. Ellos pasan la mayor parte del tiempo en esta última y es lo que explica que estén tan alertas y se despierten ante cualquier ruido o movimiento en su entorno.
¿Qué hacer para combatir el síndrome de la cuna con pinchos?
Los intentos reiterados de dejar al bebé en su cuna sin éxito, pueden llegar a ser desesperantes para los padres y causarles mucha angustia. ¿Qué hacer para mejorar esta situación?
- Colocar un reductor en la cuna: El reductor o adaptador, ayuda a que el bebé quede más contenido, protegido y arropado en su cuna y simula de alguna manera los brazos que le acunan y dan calor.
- Envolver al bebé en una muselina: Es una tela de hilo de algodón, muy elástica y suave que le arropa, le otorga seguridad, confort y en algunos casos sirve para que el bebé duerma en su cuna tranquilo y calentito toda la noche.
- Recurrir al colecho: Este método es muy cuestionado por algunos expertos. Sin embargo, hay otros que lo defienden y en la práctica muchos padres lo utilizan con gran éxito. Eso sí, tomando las medidas de seguridad del caso. Hoy día existen cunas que son especialmente diseñadas para el colecho. Se adjuntan o adosan a la cama de los padres para que el bebé quede al lado, pero seguro, sin riesgo de aplastarlo o asfixiarlo durante la noche.
- Ofrecerle algún peluche: En algunos casos el ofrecerle un muñeco de peluche con el que el bebé se apegue, puede servir para que duerma tranquilo en su cuna.
- Ambientar la habitación del bebé: Antes de colocarlo en la cuna es importante aclimatar su habitación. Es fundamental que la misma se ventile a diario y que la temperatura al momento de llevarlo a acostar no sea ni muy elevada, ni muy baja. Los tonos pastel en paredes y cortinas ayudan a calmar. Lo mismo que una música suave y relajante.
El neuropsicólogo Álvaro Bolbao autor del libro “Todos a la cama” ofrece las siguientes recomendaciones con respecto al sueño del bebé para evitar el síndrome de la cuna con pinchos:
…es un error el dormirle al pecho en el salón y luego llevarle a la cuna, porque nunca va a querer ir a la cuna: la asociará a estar separado de la madre…
Tenemos que ir llevando esas asociaciones positivas al lugar donde queremos que el niño vaya adquiriendo los hábitos de sueño. Con los brazos hay que ir haciendo también esa asociación positiva con la cuna.