Síndrome del niño hiperregalado

El síndrome del niño hiperregalado es un fenómeno de la sociedad moderna, en el que los padres remplazan el tiempo que no dedican a sus hijos con exceso de regalos, sin darse cuenta del daño que ello les causa.

niña con bolsas de regalos

En la vorágine de la vida moderna donde los padres trabajan muchas horas fuera de casa, los niños pasan largas jornadas en el colegio o realizando actividades extracurriculares y el tiempo en familia es cada vez más escaso, surge la tendencia de cubrir con regalos esa falta de tiempo.

Los psicólogos y psicopedagogos lo denominan síndrome del niño hiperregalado. Niños que reciben más regalos de los que necesitan, impulsados en algunos casos por la sociedad de consumo y la sobreexposición a la publicidad que los lleva a pedir sin parar y en otros, por padres que intentan sustituir con obsequios ciertas carencias.

La psicóloga Silvia Alava, del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, dice sobre la tendencia a regalar en exceso a los niños:

La sociedad de consumo bombardea a los niños y se piensa que los regalos les van a hacer felices. El cariño del niño no se va a sustituir nunca con regalos.

Es así, que, en ocasiones como cumpleaños, navidad o reyes Magos, se llena a los pequeños de una cantidad de obsequios que lejos de beneficiarlos los perjudica.

Consecuencias negativas de regalar en exceso a los niños

Menos capacidad para la creatividad

Cuántas veces hemos visto, sobre todo cuando se trata de niños pequeños, aunque aunque reciban varios regalos sofisticados, dedican más tiempo a jugar con una caja o con el envoltorio del regalo, más que con este mismo. Es que los niños tienen mucha imaginación y creatividad. En este marco es que recurren al juego simbólico, en el que una caja es un fabuloso automóvil, por ejemplo.

La psicóloga y coordinadora del departamento de Orientación del grupo Brains International Schools, de Madrid, Ana Herrero, explica sobre este punto:

…aquellos que reciben menos juguetes tienden a desarrollar más su imaginación y a inventarse juegos, historias u otras cosas para divertirse.

Menos capacidad de esfuerzo

Los regalos sirven en muchos casos como premio por el esfuerzo realizado durante el año para conseguir buenas calificaciones. Por lo cual, si se regala todo el tiempo porque sí, se le da al niño un mensaje equivocado, de que no importa cuánto se esfuerce por conseguir aquello que desea, ya que lo conseguirá de todos modos.

Sobre ello Herrero expresa:

…los regalos son un buen medio para persuadir a los pequeños de que si se esfuerzan pueden conseguir resultados muy satisfactorios.

Rubén Sánchez, portavoz de FACUA-Consumidores en Acción de España señala:

Si a un niño no se le implementa la cultura del esfuerzo, de que las cosas hay que ganárselas, puede ser negativo en su desarrollo. Hay que saber medir y en qué cantidad.

Baja tolerancia a la frustración

El tener siempre lo que quieren y cuando lo piden, hace que los niños no desarrollen la paciencia y la tolerancia a la frustración, tan necesaria para la vida.

Según Ana Herrero:

…demasiados juguetes generan menos paciencia en los menores, ya que estos niños se acostumbran a recibir lo que quieren en cuanto lo piden y les cuesta esperar.

Pérdida de ilusión

Al recibir demasiados regalos el niño pierde la ilusión que le genera esperar ansioso e ilusionado determinado objeto deseado. En contraposición surge la apatía. El niño abre los regalos sin ganas y de uno pasa a otro sin detenerse a disfrutar cada objeto recibido. Esto sucede porque recibe demasiados estímulos y no puede procesarlos, no es capaz de concentrarse y en consecuencia se pierde el sentido del regalo, carece de importancia.

Transmisión de valores negativos

El exceso de regalos favorece la transmisión de valores negativos, principalmente del materialismo. En este sentido el niño aprende desde pequeño que lo único importante es recibir muchos regalos y no valora el significado emocional que está detrás.

La doctora española Marisa Navarro, terapeuta y autora de los libros “La medicina emocional” y “El efecto tarta”, señala sobre las consecuencias negativas de regalar en exceso a los niños:

…se les transmiten unos valores muy negativos, como dar poco o ningún valor a las cosas, o pensar que todo es fácil de conseguir, y que no necesitan esforzarse para obtener lo que desean.

Qué cantidad de regalos sería la ideal

Rubén Sánchez señala sobre este punto:

Si a un niño le haces quince regalos el día de reyes, al final no los va a valorar. Hay que saber medir qué se le compra, porque puede ser negativo el mensaje que se le traslada al niño.

Por su parte, la psicóloga española Alicia Banderas dice sobre la cantidad de regalos que debería entregarse para navidad:

…tres o cuatro es el número ideal de regalos en navidad, no más.

En tanto el presidente de la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU) de España, Fernando Móner dice:

No hay que olvidar que, entre todos los juguetes que podemos ofrecerles, los mejores regalos son nuestra presencia, atención y tiempo, algo que ellos sí que saben valorar.