Origen, características y beneficios del parto en el agua
Cuando una mujer se entera que está embarazada, cambia su vida para siempre. No sólo aparecerán nuevos planes en su mente, sino que a partir de ese momento comenzará a bucear en la honda información dedicada exclusivamente a las embarazadas: cuidados durante el embarazo; estimulación del bebé en la panza; alimentación adecuada y por supuesto, tipos de parto.
Una opción de parto más que viable y muy utilizada en los últimos tiempos, es el parto bajo el agua.
El primer parto realizado bajo el agua fue en el año 1803 en Francia y según estudios llevados a cabo por médicos ingleses, entre el año 1985 y el 2000, se efectuaron cerca de 150.000 nacimientos en el agua a lo largo del mundo, sin ningún tipo de inconvenientes.
¿Qué beneficios ofrece el agua?
Uno de los principales beneficios del agua es que disminuye el peso real del cuerpo y ofrece una movilidad fácil y liviana para cualquiera; esta simple característica ayuda a la columna vertebral y alivia el peso del vientre. Otro punto interesante es que el agua reduce la velocidad de los movimientos y elimina la posibilidad de golpes; así es que no hay riesgos de lesión si se realiza una actividad dentro del agua.
Muchas mujeres comienzan a realizar ejercicios en el agua durante su embarazo, para aclimatarse, acostumbrarse y obtener también jornadas muy placenteras, relajantes y analgésicas.
Respecto a las dudas más recurrentes sobre el parto en el agua, existe información concreta:
- Al salir del vientre femenino e ingresar en el agua, el bebé no sufre ningún shock, dado que sale de un sitio repleto de líquido amniótico y entra a otro lugar cuyo medio es acuoso y de temperatura semejante
- El bebé no respirará en el agua, sino que apenas salga seguirá recibiendo oxígeno por medio del cordón umbilical que lo conecta con su mamá
- Existe una capacidad que poseen los bebés hasta los seis meses de edad, que se denomina reflejo de inmersión y significa que el niño no tragará el líquido que se encuentra a su alrededor y por lo tanto, no podrá ahogarse
Los hospitales de Estados Unidos, han sido lo que más dieron espacio y propulsión a los partos en el agua, con excelentes resultados. Un buen ejemplo de ello es el Hospital Comunitario Monodock de Peterborough, en New Hampshire, que fue el primero en instalar su propia piscina y realizar partos en el agua en su país. Otros lugares que no han tardado en incorporar esta interesante opción son: Massachusetts, Nueva York, Illinois, Maine, New Hampshire, Ohio y Carolina del Norte.
Algunos de los múltiples beneficios del parto en el agua son:
- Se reduce el dolor de la embarazada
- Disminuye el peso de su cuerpo cerca de un 75%
- Se puede mover libremente
- Se crea un ambiente íntimo y cálido para el nacimiento
En caso de dudas, actualmente existen muchos centros de atención y consultas como el Servicio Internacional de Parto en Agua y la Asociación de Salud Global Materno-Infantil, quienes podrán ayudar a las futuras madres, en busca de lo mejor para su embarazo y la vida de su hijo.