Salud adolescente: Fobia social, síntomas y tratamientos
Cuando ingresan en la etapa de la adolescencia, la mayoría de los jóvenes se ponen un poco nerviosos en situaciones sociales, como hablar en público o trabajar en grupos. Los adolescentes con fobia social pueden sufrir más este tipo de situaciones.
¿Qué es la fobia social?
La fobia social es un miedo irracional, intenso y persistente a un objeto específico, actividad o situación social, que genera angustia y ansiedad extrema.
En algunos adolescentes, el miedo se limita a una o dos situaciones particulares, como hablar en público o iniciar una conversación. Otros adolescentes son muy ansiosos y temerosos de cualquier situación social.
La fobia social afecta a cerca de 5,3 millones de personas en los Estados Unidos. La edad promedio de inicio de la fobia social se encuentra entre los 11 y 19 años.
Síntomas de la fobia social
Algunos de los síntomas más comunes son:
- Sentirse muy consciente de sí mismo en situaciones sociales, tener timidez, sentir dolor de estómago, pulso acelerado y mareos
- Tener un miedo persistente, intenso y crónico de ser observado y juzgado por los demás
- Ser reacio a hablar con compañeros de clase o compañeros de equipo
- Tener sensaciones físicas de ansiedad (rubor, palpitaciones, náuseas y sudoración, sentimientos de vergüenza o humillación)
¿Qué hacer?
Aquellos que sufren fobia social necesitan saber que esta tiene tratamiento y solución. Se recomienda, en principio, hablar con un especialista acerca de todos estos miedos para saber si la fobia requiere de un tratamiento.
Hay dos tratamientos efectivos para la fobia social: medicamentos con receta y terapia conductual:
Medicamentos
Los medicamentos trabajan en la reducción de los síntomas incómodos y embarazosos. En algunos casos, los fármacos acaban con la fobia social y en otros, no funcionan.
La Food Drug Administration (FDA) ha aprobado cuatro medicamentos para la fobia social: Paxil, Zoloft, Luvox, y Effexor.
Las desventajas de tomar medicamentos son: primero, si dejan de ser tomados, los síntomas de la fobia social pueden regresar. Y segundo, muchos adolescentes pueden percibir efectos secundarios como dolor de cabeza, dolor de estómago, náuseas y dificultades para dormir.
Terapia del comportamiento
La terapia conductual con un terapeuta capacitado puede ayudar a identificar y cambiar el pensamiento temeroso que hace sentir ansiedad en situaciones sociales.
La terapia de exposición suele ser utilizada en estos casos con el objetivo de exponer gradualmente a la persona a situaciones sociales que la hacen sentir incómoda. Durante este proceso, el cerebro puede aprender que una situación social a la que se le tenía miedo, no es tan mala.
Fuente: Web MD