Luxación congénita de caderas en el bebé
El diagnóstico precoz es la mejor prevención y el tratamiento más efectivo
El diagnóstico precoz es la mejor prevención y el tratamiento más efectivo
La luxación congénita de cadera o displacia congénita de cadera, es un trastorno, una malformación congénita (presente al momento del nacimiento) en el bebé. Es una dislocación en la articulación de la cadera, que hace que la cabeza del fémur no calce en su correspondiente cavidad del hueso coxal. Según señalan las estadísticas, de cada 1000 bebés nacidos vivos, entre 2 y 20 presentan displacia de cadera(1).
La causa exacta de esta malformación se desconoce, sin embargo, se sabe que hay una serie de factores que influyen en su aparición.
Factores que predisponen la luxación congénita de cadera
- Primer bebé (el primogénito es más propenso porque el útero es pequeño y hay poco espacio para que el bebé se mueva lo que incide en el desarrollo de la cadera)
- El sexo (la incidencia es cuatro veces mayor en las féminas por la mayor sensibilidad al incremento de estrógenos – relaxina al término del embarazo)(2)
- La raza (es mayor la incidencia en los bebés blancos que en los negros y asiáticos)
- Parto de nalgas (es mayor la incidencia cuando el bebé viene presentado de nalgas)
- Bebé de más de 4 Kg
- Antecedentes familiares
Cómo se diagnostica la luxación congénita de cadera
Cuando nace el bebé, el neonatólogo le efectúa un exhaustivo examen físico. En él, como un procedimiento de rutina, le realiza unas maniobras denominadas de Ortolani y de Barlow, en las cuales examina la longitud de los miembros inferiores, compara su forma y los asocia con los factores de riesgo (sexo, raza, parto de nalgas, etc.), confirmando o descartando el diagnóstico de luxación congénita de caderas.
Teniendo en cuenta los resultados del examen físico, también se puede indicar una ecografía de cadera, que es un estudio muy preciso para diagnosticar este tipo de trastornos en los primeros meses del bebé. Incluso en algunos países del mundo, la ecografía de cadera está pautada como rutina para todos los bebés de dos meses. Sin embargo, hay entendidos que sostienen que esto no es muy útil antes de los cuatro meses, ya que no se ha completado el desarrollo y aún pueden aparecer problemas.
Cuál es el tratamiento para la luxación congénita de cadera
Cuanto más precozmente se diagnostique la luxación y se inicie el tratamiento, mayor será su eficacia y posiblemente se resuelva totalmente el problema. Pero el tipo de tratamiento va a depender en gran medidita del grado de luxación.
Existen tres grados de luxación de cadera:
- Subluxable: Es la más frecuente, se produce porque el hueso de la pelvis es muy débil para sostener la cabeza del fémur por lo cual se sale del lugar
- Luxable: Es poco frecuente, se da cuando a pesar de que la articulación está ubicada en su lugar, se desarticula con facilidad
- Luxada: Es la más compleja y poco frecuente, es cuando la articulación está permanentemente fuera de lugar y no se la puede volver a ubicar en su sitio
Muchos de los casos de luxación congénita de cadera (50%)(3) se corrigen espontáneamente durante las primeras semanas de vida del bebé. En los que no, y tienen menos de seis meses, es necesario colocar un dispositivo ortopédico (arnés de Pavlick) que mantiene las piernas abiertas y flexionadas (quedan como las piernitas de una rana). Este procedimiento hace que la dislocación se corrija y la articulación quede firme. Al cabo de unas semanas se realiza una radiografía para constatar la evolución.
El tratamiento puede durar unos cuantos meses, todo dependerá de cuán precoz sea el diagnóstico. Si es temprano va a llevar poco tiempo, de lo contrario será más complejo y duradero. Y si es posterior a los seis meses, pueden resultar necesarios procedimientos en base a yesos especiales y en los casos más extremos, se requerirá cirugía.
Complicaciones
Si no se realiza el diagnóstico correcto o no se lleva a cabo el tratamiento por algún motivo, pueden aparecer futuras complicaciones: diferencia en la longitud de los miembros inferiores (dismetría), poca agilidad, dificultades en la marcha, dolor, etc.
(1) J.L. Morote, Jurado; G. Morote Ibarrola. "HIP PATOLOGY IN CHILDREN. HIP DEVELOPMENT DYSPLASIA (HDD)", Pediatr Integral 2001;6 (4): 319-324.
(2) J.L. Morote, Jurado; G. Morote Ibarrola. "HIP PATOLOGY IN CHILDREN. HIP DEVELOPMENT DYSPLASIA (HDD)", Pediatr Integral 2001;6 (4): 319-324.
(3) J.L. Morote, Jurado; G. Morote Ibarrola. "HIP PATOLOGY IN CHILDREN. HIP DEVELOPMENT DYSPLASIA (HDD)", Pediatr Integral 2001;6 (4): 319-324.