Masajes, cómo escoger el indicado

El ser humano usa el tacto para calmar el dolor y reconfortarse, como una reacción instintiva ante una condición de malestar, sea éste físico o emocional. Por ello, el masaje es quizás, una de las terapias más antiguas que se conocen de relajación. Puede definirse como una técnica que estimula al organismo, con el fin de provocar una reacción o respuesta sanadora.

Existen diversos tipos de masajes, según los métodos empleados y los fines para los cuales se aplican, pero pueden resumirse en cuatro propósitos generales: Fines terapéuticos, como método de relajación y para tratamientos estéticos o deportivos.

Masajes Relajantes: Emplea diferentes grados de presión sobre los puntos donde se acumula o concentra la tensión en la persona afectada, para liberar dicha tensión y lograr el equilibrio psicofísico.

Algunas modalidades

• Masaje Sueco: Manipula los tejidos suaves a través de una combinación de técnicas orientales y occidentales basadas en cinco movimientos, con el propósito de relajar y aumentar la sensación de bienestar de la persona tratada
• Masaje Tailandés: Emplea una técnica que trabaja ejerciendo presión sobre las líneas y puntos de energía. Haciendo que el cuerpo se estire por completo. En el primer caso, la aplicación de presión sobre los canales principales, hace que los mismos sean mucho más receptivos al flujo de la energía. En cuanto al segundo aspecto, se utilizan movimientos de estiramiento y balanceo profundo para mantener la flexibilidad natural del cuerpo
• Masaje Shiatsu: Se refiere a la técnica que mediante presión, logra estimular las defensas naturales del organismo, aumentando la capacidad de autocuración del individuo. Shiatsu es un término japonés que se compone de dos palabras: shi: dedos y atsu: presión. Es una buena opción para revitalizar la piel. Ya que actúa sobre la circulación, ayuda a regular el funcionamiento de la mayoría de los órganos, estimula el flujo de los líquidos corporales y los sistemas hormonal y linfático
• Masaje Oriental: Puede afirmarse que todas las técnicas citadas y otras empleadas en Occidente, provienen de Oriente, no obstante, se pueden precisar algunas características originales y algunas otras técnicas en esta categoría. Así tenemos que, los masajes orientales son un conjunto de técnicas orientadas a equilibrar la energía del organismo
• Masaje Ayurvédico: Parte del pulso para determinar la constitución de la persona, y con la aplicación de aceites esenciales, tratar cada caso. Pueden atenderse desequilibrios físicos, emocionales o simplemente para el rejuvenecimiento de personas sanas, ya que se emplean productos orgánicos que nutren el cuerpo y relajan la mente
• Reflexología: Es una terapia que estimula puntos sobre los pies, las manos, la nariz y las orejas, para obtener resultados benéficos en otras partes del cuerpo. Por ejemplo, en algunos órganos internos, y para mejorar la salud en general. La más común, es la reflexología podal
• Masajes Estéticos: Pueden emplearse con diversos fines como eliminar la celulitis, tonificar los músculos, disminuir la talla o drenar la linfa. Para ello se emplean técnicas que aceleran el metabolismo de los tejidos grasos, eliminando las sustancias sobrantes, o bien estimulando los procesos de eliminación naturales y tonificando los músculos, para definir el contorno corporal y/o facial

Los más efectivos:

• Drenaje linfático: Moviliza sustancias orgánicas como sales, agua y toxinas, estimulando la circulación de la linfa para acelerar este proceso de eliminación, mediante una serie de maniobras superficiales que siguen el recorrido de retorno linfático hasta su incorporación en el torrente venoso. Es altamente indicado para aquellas personas que tienen tendencia a retener líquidos
• Masajes reductivos/reafirmantes: Son técnicas que se emplean con el fin de acelerar el metabolismo de los tejidos grasos subcutáneos, así como trabajar los músculos para devolverles el tono y firmeza natural
• Masaje Facial: Atienden la salud y apariencia del rostro a través de diversas maniobras, que buscan devolver la elasticidad, firmeza y luminosidad de la piel del rostro
• Masaje Deportivo: Se orienta a la prevención de lesiones y a la relajación posterior al trabajo deportivo. Se emplean técnicas que flexibilizan las articulaciones, aportan elasticidad a los músculos y, de manera general, optimizan el tono y rendimiento corporal

Fases del Masaje Deportivo

1. Masaje de Calentamiento: Prepara los músculos para la actividad, aumentando la temperatura y flexibilidad
2. Masaje Intermedio: Mantiene la condición muscular en los períodos de descanso, evitando que los músculos se enfríen y puedan presentarse calambres y otras reacciones
3. Masaje de recuperación: Se aplica al finalizar la actividad deportiva, para relajar los músculos y para favorecer la recuperación del estado normal o de reposo del organismo

Beneficios del masaje

Entre los múltiples beneficios de esta técnica encontramos que:

• Estimula la circulación de la sangre, y por ende, el transporte de oxígenos a las células
• Aumenta el flujo de linfa, ayudando al organismo a eliminar toxinas
• Ayuda a músculos y tendones a mantener la flexibilidad
• Combate la rigidez del cuerpo, disminuyendo tensiones y favoreciendo la agilidad natural de los movimientos
• Coadyuva en el tratamiento del insomnio, al estimular la liberación de endorfinas, sustancias naturales que inducen al bienestar y la tranquilidad
• Restaura y define el contorno corporal, al eliminar depósitos de grasas
• Mejora la salud y apariencia de la piel y tonifica los músculos
• Combate el estrés
• Alivia el dolor

Contraindicaciones

Los masajes no suelen causar complicaciones, pero están contraindicados en casos específicos como:

• Cirugías recientes
• Afecciones de la piel (alergias, eczemas, pruritos, enfermedades infecto-contagiosas)
• Várices
• Traumatismos
• Escoliosis severa (problemas graves de columna)
• Período menstrual delicado
• Inmediatamente después de vacunarse
• Problemas gástricos como vómitos o diarreas

En las situaciones señaladas, se deben seguir las indicaciones médicas y dar tiempo al organismo, de restablecer las condiciones mínimas de salud para asimilar otras terapias.