Inmunización más agresiva, recomienda la Academia Americana de Pediatría

Más información sobre la seguridad de las vacunas y mayores facilidades para la administración de las mismas

Inmunizacion más agresiva
Foto cortesía de nubeing

La mejor manera de inmunizar y proteger a los niños y a la población en general de determinadas enfermedades, es seguir el cronograma de vacunación establecido por cada país de acuerdo a su Ministerio de Saud Pública.

Si bien en los últimos tiempos se ha concientizado bastante a la población al respecto de la importancia de la vacunación en la prevención de enfermedades, aún hay mucho camino por recorrer. Por ello, la Academia Americana de Pediatría (AAP) plantea la realización de campañas más agresivas de vacunación para lograr mejores resultados de inmunización.

Si bien según los resultados de la Encuesta Nacional de Vacunación 2007, aproximadamente, el 90% de los niños de entre 1 y 3 años han recibido las vacunas recomendadas, mantener y mejorar esta cifra es un reto constante para los médicos a causa de los problemas del sistema de vacunación y los precios de las vacunas.

Entre los objetivos fijados por la Academia Americana de Pediatría están la vacunación universal para los niños, y aumentar los niveles de inmunización entre los adolescentes, con el cometido de mejorar así la salud de la mayoría de la población. Para lo cual proponen a los pediatras y personal de salud, estimular a los padres y pacientes a vacunarse y a vacunar a sus hijos a través de permanentes campañas de recordación y facilitando el acceso a las vacunas.

Obstáculos que la AAP debe sortear para cumplir con sus objetivos

Si bien los avances en el terreno de la mayor inmunización de la población han sido muchos, aún la Academia Americana de Pediatría tiene que sortear unos cuantos obstáculos para poder cumplir con sus desafíos. Entre ellos:

  • Fuerte aumento de los precios de las vacunas y malas técnicas de pago de las mismas
  • Surgimiento constante de inconvenientes que han producido inconvenientes de entrega lo que trae aparejado la falta de vacunas en los dispensarios
  • Aparición de nuevas vacunas y nuevas combinaciones de componentes activos
  • Aparición de movimientos públicos en contra de la vacunación que la vinculan con el autismo, la hiperactividad y otras enfermedades

Estos grupos antivacunación tienen gran cantidad de adeptos en los Estados Unidos y en Europa. Sobre todo, luego de que en 1998 el gastroenterólogo Andrew Wakefield del Reino Unido, elaborara un estudio en el que vinculaba a la vacuna triple viral (Sarampión, Rubéola y Paperas) con el autismo. A pesar de que el Consejo General de Médicos del Reino Unido luego de una gran investigación llegó a la conclusión de que el estudio carecía de base científica y era irresponsable, se supo que a causa de éste, aumentó muchísimo el número de casos de sarampión entre 1998 y 2008.

En Estados Unidos Jenny McCarthy, conejita de Playboy, es una de las principales promotoras de la no vacunación, argumentando que a causa de las vacunas su hijo padece autismo y promoviendo su posición a través de los medios masivos de comunicación, en populares programas como el de Oprah Winfrey y en cinco libros donde expone sus teorías. Y aunque la Academia Americana de Pediatría ha refutado sus planteamientos con sólidos argumentos científicos, el resultado de dicha campaña según sostienen los expertos, es que miles de estadounidenses no vacunen a sus hijos.

En España está la llamada Liga para la libertad de vacunación, que desde hace más de 20 años cuestiona la existencia de las vacunaciones sistemáticas, ya que sostienen que sólo debería vacunarse a aquellos que lo precisen y no a toda la población.

El mayor riesgo de que el número de vacunación descienda a causa de las “bombas” lanzadas por estos grupos irresponsables, es que resurjan enfermedades que en algún momento fueron epidemia y ya hace años que estan bajo control, con lo cual se estarían desperdiciando años de trabajo de inmunización. Por ello, este tipo de cruzadas antivacunación, deben ser combatidas por parte de los organismos de salud, a través de fuertes y agresivas campañas de información seria, veraz y responsable al respecto de la seguridad de la vacunación sistemática de la población.