Pornografía infantil en Internet

Un tema muy delicado que gana adeptos día a día a través de la red y a la que EE.UU., España y México son los países del mundo que más la demandan.

No a la pornografía infantil
Portalbebes.com se une a la campaña de Unicef en contra de la explotación sexual infantil en los viajes
¡NO AL ABUSO SEXUAL DE MENORES!

¿Qué es la pornografía infantil?

Definir pornografía infantil resulta difícil, porque entran en juego una multiplicad de factores de índole moral, cultural, religioso, etc., propias de cada cultura. Esto tiene mucho que ver y se relaciona también con la edad a partir de la cual la ley considera a una persona niño o mayor y explica el porqué no existe convenciones jurídicas internacionales similares al respecto.

La Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) ratificada por la gran mayoría de los países en 1989, entiende que el niño es todo aquel individuo menor de 18 años de edad y según la legislación al respecto toda actividad pornográfica que incluya a niños menores de dicha edad es considerada pornografía infantil. Pero esto no es igual para todos los países, en Alemania y Austria el límite son los 14 años, en algunas zonas de Estados Unidos 15, en Australia los 16 años y en países como Holanda, Italia o España todo material que incluya a menores de 18 años en actividades sexuales es entendido como pornografía infantil.

La Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) califica la pornografía infantil como una violación a los derechos del niño y en su artículo 34 expresa que todos los Estados Partes, deben comprometerse a proteger al niño contra toda forma de explotación y abuso sexual, y en el inciso C, señala que ello incluye impedir: “La explotación del niño en espectáculos o materiales pornográficos”. (1)

Internet y la pornografía infantil

La difusión de material pornográfico infantil por medio de Internet es un delito tipificado en la mayor parte de los países del mundo. Sin embargo, el avance de las tecnologías informáticas, el abaratamiento de sus costos y el acceso a ellas de casi todos, han transformado a Internet en la nueva autopista de la pornografía infantil, haciendo que muchas sean las personas que la produzcan, difundan y reciban por este medio.

Y a diferencia de otros tiempos en los que la pornografía infantil era patrimonio exclusivo de determinadas personas que lucraban y hacían de ella su negocio, la pornografía infantil en actualidad se ha trasladado a otros ámbitos más domésticos, amateurs, de aficionados, pero también más peligrosos; puesto que se ha convertido en una “industria casera” al alcance de todos, que se lleva adelante desde al anonimato, mediante el uso de identidades falsas.

Las nuevas formas de comunicación por Internet han incrementado considerablemente el intercambio y tráfico de pornografía infantil. Sin tener que dirigirse a servicios pagos, pueden por medio de las redes sociales y los chat subir o acceder a archivos pornográficos a través de un hosting gratuito o utilizando determinados programas de intercambio de archivos como es el caso de eMule o Kazaa.

De esta manera, el material pornográfico prolifera por la red y los usuarios lo intercambian como los amantes de la música o de la literatura lo hacen, compartiendo y recomendando nuevos sitios, foros, información que consideran relevante, así como material casero o personal.

Los chats y las redes sociales como MySpace son los principales lugares a donde muchos de quienes gustan de la pornografía infantil recurren para captar niños para dichos fines. Esto es sumamente peligroso, por ende es importante que los padres y adultos a cargo de menores extremen las medidas de seguridad en Internet cuando hay niños que cuenten con acceso a Internet, sea en la casa, cabinas públicas o a través de dispositivos móviles.

Se calcula que, aproximadamente, hay unos 500 sitios nuevos de pornografía infantil, de los cuales casi el 60% son de acceso privado y pago, en promedio, unos 40 euros mensuales.

Si bien se han comenzado a realizar campañas de sensibilización y concientización con respecto a la difusión y la demanda de la pornografía en Internet, su crecimiento en los últimos tiempos ha sido muy importante, llegando a existir alrededor de 4 millones de sitios en la red a donde se puede acceder a ella.

Y pese a que la mayoría de los países cuentan con legislación al respecto, hay muchos otros que no, por lo que no es casual que este tipo de sitios web elijan los servidores de estas localidades para situarse.

Seguidamente analizaremos las características del consumidor de pornografía infantil.


(1) Convención Sobre los Derechos del Niño. Industria Gráfica del Libro. Montevideo – Uruguay.