No esta de más pedir ayuda

La mujer maravilla no es real; las mujeres de carne y hueso no pueden trabajar, atender la casa, los chicos, la pareja y estar esplendidas y de buen humor sino piden ayuda en algunas tareas cotidianas.

No esta de más pedir ayuda

Las mujeres han sido educadas durante décadas dentro de una cultura patriarcal y hegemónica, en la que su papel era hacerse cargo de las tareas de la casa y de los hijos, esa era su obligación y debían cumplirla sin protestar. Es una cuestión de género, hay ciertas tareas que se atribuyen en las sociedades machistas al rol de la mujer y otras al del hombre. En este marco, aunque hayan pasado los años y las cosas cambiado, aún hoy hay algo de esto en la impronta de la mujer todopoderosa que además ahora combina la vida laboral con la del hogar. Y es lo que explica que muchas veces le cueste pedir ayuda aunque sea muy evidente que está agobiada y no puede sola con todo.

Randy Kamen Gerdinger, psicóloga de Wayland Massachusetts, especializada en cuestiones de mujeres, sostiene que las mujeres creen que deben hacer todo ellas, que su trabajo no es valorado, pero no quieren pedir ayuda y con frecuencia esa es la causa de su infelicidad.

Hay maneras en que la mujer puede pedir ayuda de modo que se vea más aliviada en sus tareas cotidianas, con lo cual además estará más contenta, animada y ello se reflejará y beneficiará su relación con su pareja y sus hijos.

Hablar con la pareja

Sin presuponer que el otro debe darse cuenta y ayudar, ya que, generalmente, los hombres no se dan cuenta de esas cosas y no dimensionan al igual que las mujeres lo que son las tareas de la casa y las obligaciones con los hijos; hablar con la pareja y plantearle la situación puede ser un buen comienzo.

Ser franca y decir estoy agotada, quiero colaboración en las tareas de la casa, ya que necesito algo de tiempo para mí. Según Amy Riemann autora del libro: “Mojo Mom: Nurturing Your Self While Raising a Family” (Cuidando su ser mientras cría una familia) y fundadora del sitio MojoMom.com (un sitio que apoya el libro y en el que ella busca apoyar a las mujeres madres y ayudarlas a encontrar su lugar luego de la maternidad), lo que jamás debe hacer una mujer es disculparse y pedir permiso para dedicarse a ella misma. Sino directamente decir necesito tiempo para mi y me lo voy a tomar, ya que me hará una mujer, una madre y una esposa más feliz.

Pedir ayuda a una amiga o un familiar

Luego de que llegan los hijos se hace bastante difícil para la pareja encontrar espacios para estar a solas y tranquilos dedicándose a ellos mismos, es que el matrimonio con hijos tienen muy poco espacio para la intimidad y esta es muy necesaria. Por ello, si se está haciendo complicado salir solos o tener algunos momentos para la pareja, pedir a alguna amiga o abuela que se lleve a los niños un fin de semana, es una excelente idea. Además de esta manera éstos se acostumbran a estar con otras personas que no sean sus padres, socializan, comparten momentos, mientras aquellos se dedican a reencontrarse como pareja. Lejos de sentir culpa o sentirse malos padres por querer tener tiempo en soledad, es preciso que entiendan lo bien que les hará y lo mucho que ello repercutirá en su relación con sus hijos y en beneficio de la familia en general.

Enseñar a los niños a colaborar en las tareas cotidianas

El hacer que los niños colaboren en las tareas cotidianas no solamente alivia a la madre sino, y fundamentalmente, les enseña responsabilidades desde pequeños. El hacer todo por los hijos lejos de ayudarlos los perjudica al volverlos irresponsables y extremadamente dependientes. Atribuirles tareas acordes a su edad es una buena manera de que ayuden y a su vez aprendan a tener obligaciones.

Ordenar su habitación, juntar los juguetes tirados, levantar su ropa sucia y llevarla al cesto de lavar, poner la mesa, ayudar en la cocina siempre bajo la supervisón de un mayor, son tareas que los niños de más de 2 años ya pueden empezar a realizar.