La Psicología aplicada al deporte y la actividad física
Cada vez más, la psicología y el deporte trabajan en la misma línea y en conjunto.
Cada vez más, la psicología y el deporte trabajan en la misma línea y en conjunto.
La Psicología Deportiva enfoca su estudio en la conducta y procesos psíquicos que desarrollan las personas al momento de hacer actividad deportiva, y busca optimizar, sobre la base del conocimiento previo, la calidad interna del deportista con el fin de alcanzar la mejor expresión física técnica y táctica, de lo aprendido en el proceso de entrenamiento.
Que es la Psicología Deportiva
Al comienzo estas el deporte y la psicología se vinculaban en casos particulares, por ejemplo, cuando el entrenador acudía al psicólogo con el fin de encontrar respuestas a conductas de los deportistas en determinadas situaciones. Con el paso del tiempo las cosas han ido avanzando, y cada vez más, los técnicos de las diferentes disciplinas deportivas y los psicólogos trabajan en la misma línea y en conjunto.
Es también muy importante el proceso de interacción entre el psicólogo y el deportista en sí mismo, más allá de estar ante alguien que practique un deporte individual o grupal.
En la base el psicólogo ayuda al deportista a enfrentar, para poder controlar, los periodos de stress que siempre están presentes en la competencia y que pude provocar trastornos en la conducta y afectar el rendimiento. Además la psicología del deporte es usada para vincular el deporte, al proceso de recuperación de adicciones, o ayudar a desarrollar capacidades en personas con aptitudes diferentes.
Un buen diagnóstico incluye a todas las partes, en este caso, deportista, institución y si lo hay, el equipo, para lograr que sea utilidad total.
La labor del psicólogo especializado en deportes
En primer lugar el profesional debe tomar en cuenta a todos los actores que participan del mismo contexto deportivo, sin dejar ninguno de lado, desde el deportista y la institución, pasando por las familias, los medios de comunicación, los espectadores, en fin cada uno de los participantes de la vida deportiva. El Psicólogo Deportivo desarrolla sus tareas en tres áreas:
- Deporte de Rendimiento
- Deporte de Base e Iniciación
- Deporte Vinculado al, Ocio, Juegos, Recreación o Salud
Los pasos a seguir son, en primer lugar, observar para luego evaluar la situación, generar un diagnóstico y planificar las acciones a seguir para intervenir en la situación y solucionarla de forma lo menos conflictiva posible. Aunque también puede comenzarse antes de detectar un problema, o el profesional puede no diagnosticar un problema puntual, en ese caso se trabajará en la educación y formación para evitar que los conflictos aparezcan, o que de hacerlo, sea más fácil enfrentarlos. Trabajar a favor de consolidar personalidades mas resientes a tolerar ciertas cosas de forma particular, ya que algunos deportistas, en especial los de alto rendimiento, están constantemente sometidos a múltiples presiones.
Por ejemplo, guiar al deportista en el camino, desde la expectativa de éxito, es decir cuando el deportista cree que su capacidad está directamente vinculada con la victoria, hacia la expectativa de la mayor eficacia, esto lleva al deportista a enfocar su atención en las técnicas y movimientos, entre otras cosas.
El Psicólogo Deportivo debe asesorar al equipo técnico acerca de cómo alcanzar los objetivos, la planificación, como comunicarse mejor con le grupo, como dividir las tareas, etc., y siempre tiene que estar al lado del deportista en los momentos particulares como una lesión, instancias decisivas, pases y hasta en como comunicarse con la prensa.
Este área esta vinculada con el inicio de la actividad física, básicamente en los niños, ya que, afortunadamente, en nuestros días el deporte forma parte del desarrollo psicosocial de los más jóvenes.
En éste escalón, la idea es alejarse de la competencia, más bien se trata de desarrollo individual y juego, está etapa debe tener aprendizaje, interacción, y sobre todo debe ser disfrutable.
El objetivo es que los valores, actitudes y conocimientos, de los más chicos vayan tomando forma y desarrollándose, el Psicólogo Deportivo debe asesorar a los Técnicos, Profesores, Animadores, a la familia que, a veces genera presión competitiva sobre el niño, en fin, de todos los que estén vinculados al proceso.
La investigación debe ser permanente para que los nuevos conocimientos puedan ser aplicados en grupos tan importantes como los más jóvenes y aquellos que sufren alteraciones psicomotrices o dificultades de aprendizaje.
A esta altura es obvio hablar de los beneficios físicos y psicológicos de la práctica habitual de deportes, y es muy importante el avance que ha tenido la utilización de la actividad física como apoyo a la psicología, en personas con trastornos depresivos, estrés, ansiedad, adicciones, al punto que practicar deporte periódicamente, ayuda a la no aparición de determinadas patologías psicológicas. Una experiencia muy interesante es la que se realiza a través de la práctica de deportes ecuestres, por parte de niños y jóvenes con problemas de aprendizaje o con adicciones.
El animal es un nuevo actor, que también tiene sus propias características de comportamiento, y que colaboran en la consecución de los objetivos. En líneas generales, en poco tiempo la relación entre el niño, o joven, y su caballo es muy estrecha, afectuosa y comienzan a ser ellos quienes educan al caballo, claro está, bajo la supervisión del Psicólogo de Deportes, pero ellos se encargan del animal de modo que generan el sentimiento de responsabilidad por el otro, y además los ayuda a aumentar su autoestima.