Familias disfuncionales

Familias que no funcionan bien, en donde falla la comunicación y hay pérdida de respeto y valores

Familias disfuncionales

Cecilia Quero Vásquez, terapeuta adscrita a la Asociación Mexicana de Alternativas en Psicología (Amapsi) explica al respecto de las familias disfuncionales:

…la palabra disfuncional nos dice que la familia ‘no funciona’, es decir, no cumple las labores que le atribuye la sociedad, pero esto no es tan literal. Yo diría que estos grupos, aunque mal, están funcionando, y que sus individuos, aun con errores, se desenvuelven. Por otra parte, los pacientes suelen decirnos que ‘tienen problemas y discuten, como todo el mundo’, y con esto nos recuerdan que ellos no son los únicos con dificultades

En cualquier familia pueden existir problemas que afecten a sus integrantes: Situaciones afectivas, económicas o sociales que de no ser atendidas pueden llevar a un desenlace drástico.

Características

Una familia disfuncional se caracteriza por las conductas inconvenientes de sus miembros, adicciones, abusos, conflictos interpersonales, ausencia de valores, enfermedades mentales, maltrato, etc. Situaciones que se van naturalizando y se adoptan por pare de los miembros como algo normal.

Hay determinadas características que pueden atribuirse a una familia que funciona bien, entre las que destacan: Amor, apoyo, contención, comunicación, sentido de pertenencia, cuidarse los unos a otros, dar seguridad, respeto, valores y hacer que cada uno se sienta importante.

Los niños y los adolescentes son los más afectados en estos casos, dado que están en etapa de formación y aprendizaje. Por ello, si no logran canalizar estas experiencias, pueden volverse vulnerables a caer en adicciones o adoptar los comportamientos inadecuados que han visto de sus padres.

Causas

Entre las principales causas de los conflictos familiares está la falta de comunicación, apoyo, contención y de valores, lo que a la larga puede confundir a los hijos e influir en su autoestima.

En busca de un entorno familiar estable y saludable

Un entorno familiar comprensivo, estable y saludable emocionalmente, implica el tratamiento de cada miembro como un individuo y esto es fundamental cuando se trata de los hijos. Es importante personalizar la relación con cada uno de los niños y adolescentes de la familia, tratarlos a cada uno de ellos como un individuo, teniendo en cuenta sus virtudes y talentos y no sólo sus debilidades y defectos y sobre todo sin caer jamás en las comparaciones.

La especialista Cecilia Quero Vásquez reflexiona acerca de lo que se espera de un entorno familiar saludable:

Los grupos en donde se den las herramientas para manejar emociones, resolver problemas, comunicarse adecuadamente, cambiar lo que no funciona y enfrentar la vida, serán los que cuenten con personas con una posición más sana e independiente ante la vida. No por nada, responsabilidad significa responder con habilidades