La angustia del desamor

Sentir que el mundo se nos viene encima es el efecto inmediato de una ruptura amorosa, pero esa sensación de angustia de desamor se aliviará en cuanto entendamos que todo fin trae consigo un nuevo comienzo.

angustia del desamor

Una relación amorosa termina por decisión de una de las partes o por decisión de las dos. Sea porque ambos se dan cuenta de que aquella relación no conducía a nada bueno o porque se vieron obligados a terminarla. Por la razón que fuera, el cuerpo y la mente se rebelan contra el final amoroso, lo que ocasiona una ansiedad ante esta ruptura sentimental.

La ruptura amorosa es una de las principales causas de ansiedad y, en este caso, hay que tener mucho cuidado de caer en un trastorno de este tipo por motivos sentimentales. La sociedad nos impone a creer que no se puede enfermar por amor, que es algo absurdo que algo así ocurra, pero lo cierto es que la angustia del desamor puede ser muy real.

Qué es la angustia del desamor

Una ruptura sentimental es capaz de provocar la mayoría de síntomas de la ansiedad entre los que destacan:

  • Nerviosismo
  • Taquicardia
  • Mareos
  • Sensación de irrealidad
  • Hormigueo
  • Dolor en el pecho
  • Dolor muscular
  • Angustia

Esta angustia del desamor hace que las personas se hundan en un estado de ansiedad que genera crisis, decaimiento e, incluso, depresión.

Si lo pensamos muy bien, no se trata de la primera ruptura sentimental y es obvio que tampoco será la última. Entonces, ¿por qué las personas sienten como si el mundo se terminara con el alejamiento de la pareja? Este es el efecto que causa en nuestro organismo el trastorno de ansiedad.

La angustia y la ansiedad como consecuencia de una ruptura sentimental encuentran su explicación en ese vacío que se crea cuando una pareja decide terminar. De la compañía se pasa a la soledad abruptamente.

Entonces, es normal que quien haya pasado por esto perciba su vida como rota. No es nada extraño atravesar un periodo de duelo tras una ruptura sentimental, duelo que implica sensaciones como ansiedad, angustia y agonía. Pero, así como empieza, todo tiempo de duelo también tiene su final.

Reponerse a la angustia del desamor

Se suele decir que todo fin es, a la vez, un comienzo. Ello no quiere decir necesariamente que se deba acatar la popular frase de “a rey muerto, rey puesto”, pero sí es cierto que una ruptura sentimental puede verse como una oportunidad. Una oportunidad de conocerse mejor a sí mismo, de ganar confianza, de gustarse y quererse más; porque no hay que perder de vista que quererse a uno mismo es la base sobre la que se asienta el amor hacia otras personas. Nunca tan cierto el dicho “antes de querer a los demás, quiérete tú”.

En ese sentido, el final de una relación es también el inicio de una nueva etapa, de una nueva oportunidad para hacer mejor las cosas. Y es recomendable tomar esta etapa con calma, disfrutando de cada momento que pasamos con nosotros mismos, con los amigos, la familia o el trabajo.

Una ruptura sentimental supone abrir un periodo para engreírse y dejarse engreír por gente a la que se quiere. Es la oportunidad perfecta para para aprender a vivir tranquilos y sin preocupaciones; para olvidarse de las discusiones y de la angustia.