¿Cómo superar la adicción a las compras?

Es difícil pero no imposible, sólo es cuestión de proponérselo y si no se puede lograr sola pedir ayuda profesional

Adiccion a las compras
Foto cortesía de Orin Zebest - Flickr.com

La adicción a las compras también denominada oniomania (del griego “onios” que significa “se vende”) es una conducta obsesivo-compulsiva que se caracteriza por el deseo irresistible de comprar un sinfín de objetos innecesarios; satisfaciendo así ese impulso a lo que sigue una gran angustia y culpa. Esta adicción, tan compleja como la adicción al juego, las drogas, o el alcohol, entre otras, es muy común en la sociedad de consumo actual, en la que la publicidad bombardea constantemente con una gran cantidad de artículos, la mayoría de los cuales son, innecesarios y superfluos.

Algunas sugerencias para salir de esta adicción:

  • Reconocer que tienes un problema, sin poner pretextos ni justificaciones. Entender que es algo que no puedes manejar, que supera tu voluntad
  • Trata de averiguar cuáles son los momentos de vulnerabilidad, realiza una introspección para averiguar que te está pasando internamente, que se oculta detrás de esa compulsión por comprar, que vacío intentas llenar con tal comportamiento, para poder llegar al fondo del asunto y superar lo que te está mortificando
  • Recapacitar sobre lo inútil y perjudicial de este comportamiento, para comprobar que la adquisición permanente de nuevos artículos lo único que hace es dejar en evidencia tu descontento, el que intentarás remediar con la compra de otro objeto
  • Para superar la impulsividad es preciso ser determinante, tener confianza en ti misma e ir de a poco intentando cambiar los costumbres de comprar
  • Comienza por anotar todos los gastos que realizas mensualmente para darte cuenta de cuánto suman pequeñas compras y en adelante ser más cuidadosa
  • Realiza una lista con las cosas que pretendes comprar y trata de respetarla al máximo
  • Realiza un presupuesto mensual acorde a tus ingresos, en el que se destine determinada cantidad de dinero a cada artículo que necesitas comprar, e intenta respetarlo al máximo, salvo que sea indispensable hacer algún gasto extra
  • Proponte hacer una prueba de un mes siguiendo los pasos mencionados: Comprar lo que haz anotado en tu lista acorde a tu presupuesto
  • Al salir de compras, lleva el dinero justo para lo que vas a comprar para evitar tentaciones
  • No salgas sola de compras, pídele a alguien responsable que te acompañe para que llame tu atención si pretendes hacer gastos innecesarios
  • Aprende a distinguir entre lo que es necesario y lo que no, para controlar los gastos impulsivos. Pregúntate antes de realizar la compra: ¿Realmente necesito esto o sólo lo deseo para acumular objetos?
  • Evita las ofertas y rebajas, por más que algo esté sumamente barato sino lo necesitas realmente es un gasto innecesario, que se puede obviar
  • Si debes comprar un regalo, planifícalo de antemano y sal ya con la idea y ve al sitio concreto en donde se vende. Evita salir a ver que encuentras porque es muy probable que vuelvas con más cosas de las que necesitas
  • No pagues con tarjeta de crédito, salvo que sea estrictamente necesario. Pagar en efectivo hace que sea más real el gasto, que se sienta y se eviten sorpresas indeseadas cuando llega el estado de cuenta
  • Busca canalizar el impulso de comprar en cosas más productivas y menos perjudiciales como hacer deporte, manualidades, yoga, etc.
  • Cuando vuelvas de hacer las compras, compara lo que has comprado con lo que habías anotado en la lista para ver cómo lo hiciste. Sin justificarte ni castigarte, analiza cuál ha sido tu actitud respecto a lo que te habías planteado
  • El cambio de comportamiento no va a ser inmediato, lleva un proceso progresivo y paulatino. Pero en cuanto vayas cumpliendo los objetivos propuestos aumentará la confianza en ti misma y te sentirás satisfecha con lo logrado
  • Si ves que tu sola no puedes y que esta adicción está afectando y condicionando tu vida negativamente, pide ayuda profesional, a un psicólogo por ejemplo. La adicción a las compras muchas veces esconde una depresión, es decir que el trasfondo es bastante más serio que el simple impulso por comprar